Rusia, el país que lleva casi dos años en una guerra con Ucrania que ha ocasionado la muerte de más de diez mil civiles, se ha unido al conflicto de Oriente Medio mostrando su preocupación sobre "la amenaza a la paz" tras los ataques estadounidenses en Siria e Irak contra objetivos proiraníes. Unos bombardeos contra bases de la Guardia Revolucionaria de Irán que han dejado decenas de fallecidos (hasta el momento se han contabilizado 45 muertos, 29 en Siria y 16 en Irak).
El diplomático ruso en la ONU, Dmitry Polyansky, ha sido el que ha solicitado una "sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la amenaza a la paz y la seguridad creada por los ataques estadounidenses en Siria e Irak".
La portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, ha condenado "firmemente" lo que ha definido como una "agresión británico-estadounidense contra Estados soberanos".
El ataque de Estados Unidos ha elevado la tensión en Oriente Medio en medio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Bassam al Awadi, portavoz del Ejecutivo de Irak, también se ha pronunciado sobre el bombardeo estadounidense: "Este ataque agresivo pondrá la seguridad en Irak y de la región al borde del abismo, y también contradice los esfuerzos para establecer la estabilidad necesaria".