Es la comidilla de toda reunión, el perejil de toda charla informal: "Yo creo que hay especulación", "es que la sequía...", "el Gobierno no interviene...". El precio del aceite de oliva, mejor dicho la escandalosa subida experimentada por este bien esencial en el último año, es un tema recurrente desde hace semanas.
No es para menos: el precio del aceite de oliva se disparó en septiembre un 67% respecto al mismo mes de 2022, su mayor subida interanual en 21 años, y aumentó un 10,1% respecto al mes de agosto, según datos de la estadística del IPC publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La ley prohíbe aumentar márgenes en alimentos con el IVA rebajado. "Seguimos esperando respuesta del Ministerio de Consumo a nuestras denuncias", insisten desde la organización de consumidores Facua.
El INE explica que, desde marzo de 2021 hasta septiembre de este año, el precio del aceite de oliva se ha encarecido un 136,6%, es decir, más del doble. El también llamado 'oro líquido' se ha puesto a un nivel de precio prohibitivo y acumula hasta septiembre 29 meses consecutivos de ascensos interanuales, con crecimientos de dos dígitos en los últimos 28 meses.
El precio del aceite de oliva virgen o virgen extra (AOVE) empezó su actual senda ascendente en abril de 2021, cuando se registró un repunte interanual del 2%, que en mayo se amplió al 5%. A partir de ahí y durante 28 meses consecutivos, se ha encarecido a tasas de dos dígitos.
Los agricultores apuntan a la sequía como el origen de los mayores precios del aceite de oliva, pero no falta el consumidor que critica que se están sacando al mercado aceites de campañas anteriores (sin sequía declarada) a precios actuales, es decir, estratosféricos para lo que la misma garrafa costaba hace un año. No es menos cierto, aun así, que la falta de agua ha causado, por segundo año consecutivo, una mala cosecha, pues la producción no ha alcanzado los niveles necesarios para satisfacer la demanda.
En valores mensuales, su precio ha subido en ocho de los últimos nueve meses. El último dato, el de septiembre, refleja que el aceite de oliva costó a los hogares españoles un 10,1% más que en agosto.
Paralización de un gasto que, pese a todo, ha subido de media 20 euros por hogar
Según datos del INE, el consumo medio de aceite de oliva por cada hogar se situó en 2022 en 22,1 litros, la mayor cifra desde 2018, cuando su consumo medio fue de 22,2 litros por familia. Esta cifra anda lejos de los 30,4 litros que consumía de media cada hogar en 2007, año en el que se produjo el estallido de la crisis financiera.
Durante el primer año de pandemia, el consumo medio por hogar de aceite de oliva fue de 20,5 litros, cifra que fue en ascenso a medida que España recuperaba la normalidad, hasta situarse en 2022 en los 22,1 litros. El gasto medio por hogar en aceite de oliva alcanzó los 97,7 euros en 2022, frente a los 77,6 euros de 2021. Es decir, el año pasado, los hogares gastaron de media 20,1 euros más en aceite de oliva que en el año inmediatamente precedente.
Se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando el gasto medio por hogar en aceite de oliva se situó en 98,9 euros. Entre 2006 y 2022, el año de menor gasto en este producto básico en la llamada dieta mediterránea fue el de 2020, primer año de pandemia, cuando se alcanzaron los 65,5 euros de media por hogar. Pese a todo, en el momento actual no hay que hacer un macrosondeo para constatar que las familias están tirando de reservas y apurando al máximo antes de desembolsar los 40-50 euros por garrafa de 5 litros que cuesta el aceite de oliva extra virgen en los super.
Alternativas al AOVE
Muchos consumidores andan con comparadores de precios del aceite de oliva extra virgen, conscientes de que, pese a su escandalosa subida, es el 100% más recomendable por las autoridades sanitarias y por los expertos en dieta mediterránea. No tiene rival, por mucha alternativa que se busque. Eso sí, hay opciones para repartir el consumo y, por tanto, el gasto. Orujo, colza, maíz, girasol... hay muchas alternativas, pero ojo, no todas son tan saludables y, a la larga, lo barato sale caro, en este caso para lo esencial: la salud.
Dos estudios señalan al aceite de orujo de oliva como reductor del colesterol y del perímetro de la cintura. Lo publicó El País a primeros de este 2023 y la fuente del estudio es fiable. Un instituto del CSIC completa las primeras investigaciones en humanos de este producto de la aceituna y compara los efectos con los obtenidos al consumir aceite de girasol. El Aceite de Orujo de oliva es resultado del aprovechamiento integral de la aceituna y su obtención se realiza en tres fases: extracción, refinado y encabezado.
"Este aceite es rico en ácido oleico y además contiene importantes antioxidantes y otros compuestos bioactivos de gran interés nutricional. Gran parte de estos compuestos se mantienen tras la fritura y se transfieren a los alimentos fritos", aseguran desde la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva.
Luego está el aceite de girasol. El que recordábamos en las casas de toda la vida. Aquí hay que distinguir a su vez el de girasol y el de girasol alto oleico. El segundo caso es el más saludable, pero tanto uno como otro, siendo menos beneficiosos para la saluda que el AOVE, no son perjudiciales y, bien usados, tienen grandes propiedades, como ser ricos en vitamina E o un potente antioxidante.
JS Perona, científico titular del CSIC y profesor asociado de la Universidad Pablo de Olavide, ha publicado en su blog, Malnutridos, una clasificación sobre los aceites. "Hemos propuesto un sistema basado en puntajes para clasificar los aceites y grasas alimentarios según su valor nutricional, de acuerdo con los valores de referencia diarios y las algaciones de salud de la FAO/OMS, EFSA, USDA y FDA".
Según esta clasificación, detalla, el aceite de oliva virgen ocupó el primer lugar con 100 puntos, gracias a su composición, que incluye una serie de otros compuestos de interés en la salud, entre los cuales, el fenol hidroxitirosol tiene una alegación de salud aprobada por la EFSA. "Creemos que este modelo de clasificación nutricional de los aceites puede ser útil tanto para los productores de alimentos como para los consumidores para que puedan tomar decisiones informadas en sus compras".
Comentarios