Seis minutos y 150 metros a golpes brutales hasta acabar con la vida de Samuel Luiz. Los investigadores del crimen del joven de A Coruña tras una paliza en la madrugada del 3 de julio en el paseo marítimo coruñés, no descartan nuevas detenciones, según han confirmado en rueda de prensa tras levantar el juzgado el secreto del sumario.
"La operación sigue abierta, podría haber más detenciones", ha avanzado el comisario jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Galicia, Pedro Agudo.
En cuanto a los detenidos —un total de seis personas, dos de ellos menores— ha ratificado que han tenido una "responsabilidad directa", que en el caso de la única chica, que quedó en libertad con cargos, situó como el de "encubridora".
Por parte, los responsables policiales han señalado que víctima y agresores no se conocían "de nada" antes y descartaron el uso de un puño americano en la agresión, aunque sí investigan el de otros elementos metálicos, localizados en la vivienda de uno de los menores detenidos. "Se está a la espera de la resolución del ADN", ha añadido sobre uno de estos objetos. En este sentido, ha confirmado que en la agresión se empleó una botella de cristal.
Tras levantarse el secreto de sumario, el delegado del Gobierno ha informado de que la Policía ha entregado a la jueza, que será quien determine si medió en el crimen un delito de odio, informes de ADN que implican "a los dos principales autores" de la muerte del joven.
Durante su descripción de los "seis minutos fatales" en los que "un grupo de amigos y conocidos acaba con la vida de Samuel Luiz" la noche del 2 al 3 de julio, el delegado del Gobierno ha destacado que la agresión "podría haber tenido incluso una segunda víctima", Ibrahima, el senegalés que trató de impedir el crimen y que también recibió "golpes que pudieron acabar con su vida".
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