En 2022 finalizaron los trabajos de creación del sendero que une San Fernando con Chiclana a través del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. La obra, con 5,4 kilómetros de itinerario ciclopeatonal y una inversión de 2,6 millones de euros, forma parte de la ruta Eurovelo 8 y ha sido promovida por la Junta de Andalucía. Se trata de una camino peatonal y ciclista que recorre unos 3 kilómetros a través de un itinerario de interpretación paisajística por la reserva entre el puente de Lavaera en San Fernando y el recinto ferial de Chiclana.
Este proyecto, junto a otros cuatro, ha sido seleccionado para Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU) que se celebrará en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla en septiembre convocada por el Ministerio de Transportes, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, una cita que reunirá la producción más destacable de la arquitectura y el urbanismo español de los dos últimos años.
Indalecio de la Lastra, arquitecto e ingeniero, es el creador de esta ruta. Nacido en Santander, reside en Sevilla desde la década de los 80 donde desarrolla una intensa actividad profesional en el que ideas como ésta forman parte de una vocación que va más allá de los meramente profesional. Está convencido del gran valor social, cultural y medioambiental de este tipo de iniciativas que abren al uso y al disfrute parajes, de gran riqueza ecológica e incluso histórica y que, según sus palabras, “usarlos no significa destrozarlos”.
Este planteamiento soporta una de las aspiraciones que reivindica De la Lastra, recuperar rutas perdidas en el tiempo que si además pasan por espacios protegidos adquieren un gran valor añadido. Una filosofía que en este proyecto se desarrolló bajo unos criterios de ejecución tales como, "la mínima invasión, ser lo más respetuoso posible con el entorno; que todos los materiales fueran de alguna manera fáciles de integrar en los colores que tiene la Bahía de Cádiz y el Caño Sancti Petri, y todo el entorno vegetal que tiene; que las aves no estuvieran afectadas por la obra... en definitiva, que fuera con la mínima injerencia posible”, desgrana a lavozdelsur.es el arquitecto.
Además de ese mínimo impacto, la ruta también “habla un poco de Cádiz, de San Fernando, de las batallas de los franceses, de las baterías de costa que se usaron por allí, de la tradición salinera de la zona y de los esteros; las explotaciones salineras originarias de los siglos XVI al XVIII y toda la tradición de Cádiz”.
Ese doble objetivo se ha alcanzando. Además de la excelencia del proyecto en su concepción y su ejecución, se puso al servicio de los usuarios un recorrido que integra distintos elementos. “Tanto los básicos patrimoniales, como el puente Suazo, como otros como la Capilla de los Mártires y los elementos que son posibles ver desde el itinerario como Medina Sidonia, que se ve bien a lo lejos, la Sierra de Grazalema… por eso ese sistema de oscilaciones en la ruta que va marcando los sitios importantes para que el espectador se pueda orientar en todo momento”, dice.
Indalecio de la Lastra cuenta que tanto en Andalucía como en España no hay muchas experiencias iguales o similares dentro de los parques naturales, “que son poco accesibles incluso para la gente más experta”. Así, la idea que sostiene es que estos senderos se conciban para que “los pueda usar todo el mundo, expertos o no”. Ese es el concepto del sendero San Fernando a Chiclana, “que se puede tardar hora y media en completarlo y es también accesible por la ciudadanía”.
De hecho han comprobado que “mucha gente va en bicicleta al trabajo de un sitio a otro, o en patinete o a andar los fines de semana y se va al otro pueblo”, dos polos que han estado separados por la marisma, “ahora aparecen unidos” y recalca como un avance en la oferta de ocio que "espacios hasta ahora siempre como muy protegidos por los biólogos, preocupados de que no entre nadie…al final con este sendero se ha demostrado que no ha descendido para nada la actividad de las aves”, y de la propia reserva, asevera De la Lastra absolutamente convencido de las bondades de este tipo de acciones.
A juicio del arquitecto, “la pandemia nos ha enseñado también que la gente necesita salir a andar, tener cerca unos unos espacios naturales próximos, de calidad, donde puedan desarrollarse también ambientalmente, como parte vital de las personas”, incluso habla del “derecho a tener unos espacios para andar de calidad”, unos espacios que, lamenta, “no los tiene Jerez, por ejemplo”.
En Sevilla, como muestra de cuánto estima este tipo de acciones, Indalecio de la Lastra está muy implicado en potenciar o poner en valor o sacar a la luz los caminos históricos de Sevilla para pasear. “Eso lo tiene pendiente allí como en Cádiz, descubrir cosas que están latentes pero que no están vistas todavía”.
Una propuesta, la ruta del 'Finisterre andaluz': "desde Jerez a Tarifa que es el Finisterre del sur de Europa"
Pone como ejemplo una propuesta que ha estudiado y conoce: la ruta al Finisterre andaluz, “poder ir andando desde Jerez hasta Tarifa, que es el Finisterre del sur de Europa y atravesar Los Alcornocales y generar unos puntos de albergues para los senderistas”. Pero no oculta su pesar porque “no se está haciendo, no se ha hecho, ni se ha iniciado, ni saben qué es eso y el patrimonio contiene; me atrevo a decir que ni se ha pensado”.
“Creo que sería una buena manera de generar unas redes territoriales en la dimensión que tenían en los tiempos de los romanos o de los árabes, también la que pasa por sitios como Medina o como Vejer”, expone el arquitecto sevillano. De la Lastra llega a plantear que “en vez de gastarse el dinero en grandes obras de megaproyectos -la ruta de San Fernando a Chiclana costó 2,5 millones de euros- podemos entrar en una serie de ideas en las que el dinero no es primordial, es más bien de trabajar, como digo aquí en Andalucía, con el pico y la pala”.
Aboga por que los parques naturales deben tener esta solución tipo de sendero y asegura que esto es el futuro: "No se trata de hacer más hoteles ni de tener más apartamentos turísticos. Lo que hay que tener es una oferta seria para poder competir con los países que tienen este tema por bandera, que no tengamos que sufrir nuestro propio agotamiento por un excesivo cuidado de nuestras cosas”.
De la Lastra concluye con una reflexión, los espacios en lo que se actúe “van a seguir siendo parques naturales, van a seguir siendo sitios de meditación”. Este es el planteamiento de un reputado profesional de la arquitectura que cree en lo que diseña cuando se trata de pone en uso espacios como el que creó entre San Fernando y Chiclana. Usar la naturaleza y de los espacios naturales que tenemos en la zona “no significa fracturarlos”.