El destino ha querido que el adiós de María Jiménez llegue cuando el título de una de sus canciones más famosas da nombre a un nuevo movimiento feminista en España. La artista ha fallecido en su casa de Triana a los 73 años de edad durante este madrugada tras una vida de éxito, pero también de lucha y sufrimiento en lo personal.
María Jiménez tendrá un espacio en Triana, el barrio que amó y donde creció hasta hacerse artista universal, Medalla de Oro de la Ciudad y al Mérito a más Bellas Artes.
— José Luis Sanz (@jlsanzalcalde) September 7, 2023
Acaba de abrirse en el @ayto_Sevilla la capilla ardiente para despedirla y así la recordaremos siempre. pic.twitter.com/mwmUipTWst
Con el cielo nublado y cierto bochorno en su ciudad natal, el Ayuntamiento de Sevilla no ha tardado en rendir homenaje a una de sus personalidades más célebres. A las 13 horas daba comienzo la capilla ardiente de la artista en una sala habilitada dentro del edificio consistorial a la que puede acceder todo aquel que quiera despedir a uno de los grandes iconos de Andalucía.
Un icono para la comunidad que se marcha sin el principal reconocimiento que otorga la Junta de Andalucía. Para María Jiménez no tener la medalla de Andalucía ha sido una espinita clavada que ha intentado enseñar en cada una de sus últimas apariciones públicas. Seguramente porque en todas ellas ya sabía que el final no estaba muy lejos. Seguramente la medalla termine llegando, pero ella no estará para recogerla y pesará en la conciencia de los que pudieron y no quisieron.
Sevilla y Andalucía tienen la oportunidad de brindarle su cariño hasta las 10 de la mañana de este viernes, hora en la que cumplirá su última voluntad: pasear en un coche de caballo por su barrio de Triana. El recorrido, que comenzará en el propio Ayuntamiento, finalizará en la Parroquia de Santa Ana con una misa. Posteriormente sus restos descansarán en el cementerio de San Fernando.
Decenas de medios se han plantado en la Plaza de San Francisco para captar los momentos más emotivos el último adiós a María Jiménez. Dentro aguantaba su hijo, visiblemente emocionado, pero manteniendo la compostura ante el mantón que envolvía el féretro, un enorme póster de la artista y las características plumas que durante muchos años la sevillana utilizó en sus actuaciones.
El goteo de gente, entre admiradores y curiosos, ha sido constante desde que se abrieran las puertas del consistorio. Entre las personas que han querido darle una despedida digna estaba Manoli Sevilla, amiga de Jiménez durante muchos años. "Llevo todo el día llorando, no me lo quería creer. Ha sido una mujer con mucha energía y no me lo esperaba", señala antes de contar algunas de las anécdotas vividas juntas en Las Palmas o en El Rocío.
Uno de los episodios más complicados de su vida fue con Pepe Sancho. "Si llega a pasar hoy, lo meto en la cárcel 20 años", dijo recientemente María Jiménez sobre el maltrato que sufrió. "Ha sido una mujer muy luchadora y ha sufrido mucho durante su juventud", añade Manoli recordando el fallecimiento de su hija. "Le tenían que haber dado la Medalla de Andalucía porque ella lo ha pedido. No tenía pelos en la lengua. Ha sido una revolucionaria", concluye esta conocida de la familia.
El arte de María Jiménez ha cruzado todas las fronteras posibles. A su capilla ardiente se acerca una mujer de Bilbao. "He venido por otro motivo a Sevilla pero ya que estaba aquí era la forma de despedirme. Siempre me pareció una fuerza de la naturaleza. Una persona muy admirada por su carácter y, sobre todo, por su arte y su música", explica a lavozdelsur.es sobre su presencia en el último adiós.
La frescura de María Jiménez durante toda su trayectoria ha servidio para trascender varias generaciones. No hay un único grupo de edad que ame a la sevillana como artista o como persona. Sus frases y reivindicaciones han cautivado a mayores y jóvenes. "Ha sido única. Ha vivido y ha muerto como ha querido", señala una joven que reconoce que vivir este tipo de días es algo especial. "Me gustaba mucho y qué menos venir a despedirla".
Algo similar cuentan Leonor y Jesús, también jóvenes que no han querido perderse este momento. "Es una artista andaluza muy importante, queremos mostrarle nuestro respeto", comenta Jesús. Leonor, por su parte, pone palabras a un sentimiento que ronda la ciudad desde primera hora de la mañana. "Creo que toda Sevilla se siente hoy un poco huérfana".
María Jiménez seguirá sonando por los rincones de Andalucía con el honor de haber sido pionera y haber abierto caminos que sin ella hubieran retrasado su apertura. Sevilla está nublada en el penúltimo día de la artista a los ojos de los sevillanos. Del Ayuntamiento a Triana cumplirá su última voluntad en un coche de caballos. Puede parecer un final, pero Sevilla y Andalucía están seguras de que la revolución de María no se acabó.
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