La Inspección de Trabajo ha decidido iniciar procedimiento sancionador contra los baños árabes de Jerez, Hammam Andalusí, tras la denuncia interpuesta por masajistas de estas instalaciones privadas, según ha informado a este medio el sindicato CNT.
Las trabajadoras han advertido de que la empresa carece de protocolo antiacoso sexual y alertan de que "sufrimos intentos de tocamientos y exhibicionismo de clientes en zonas como la de masajes, donde estamos aisladas". "Hasta ahora hemos podido esquivar estas situaciones desagradables con determinados clientes, pero cualquier día puede ocurrir algo peor", han lamentado en declaraciones a este periódico.
Dos de las cuestiones que plantean es la necesidad de que se filtren citas que "claramente se intuyen que pueden tener otras finalidades", así como que se dote a las masajistas de uniforme, "ya que actualmente vamos en bañador y con una chilaba transparente que no ayuda ante posibles perfiles que vienen a otra cosa". "Hace tiempo dieron un protocolo general, pero las compañeras de recepción no saben cómo actuar porque la orden es la de coger todas las citas, y los cogemos aunque cuando lleguemos y veamos las citas que tenemos en algunas nos anoten con un asterisco riesgo desnudo".
En muchos casos, relatan, "esquivamos manos, soportamos insinuaciones o incluso que se desnuden o aparezcan desnudos al masaje, lo que se suma a tener que trabajar en bañador, que no es agradable". Por si fuera poco, denuncian, "nos tenemos que cambiar en el pasillo, sin intimidad, y muchas veces pasan y nos cogen semidesnudas".
En el informe de la Inspección, al que ha tenido acceso este medio, se manifiesta que "debido a la gravedad de la situación, y tras constatar esta actuante que aún no se han puesto en marcha la adopción de las medidas preventivas tras los resultados de la evaluación de riesgos psicosocial, se decide iniciar procedimiento sancionador contra la empresa, no sin ello extender el oportuno requerimiento en el momento de la visita".
La propietaria del establecimiento, recoge en el informe de la Inspección que "tiene pendiente realizar una reunión para tratar este tema, así como la actuación de las trabajadoras cuando algún cliente pretenda sobrepasar sus límites laborales". En nombre de la dirección de la empresa, según se ha trasladado a este medio tras tratar de recabar su versión de esos hechos, se han limitado a hacer constar que "la información contenida en ese artículo contiene falsedades —sin especificar cuáles—. Dada la gravedad de los hechos que se dan a entender, le informamos de nuestra disconformidad con la publicación. Además, hacemos constar nuestro rechazo hacia cualquier forma de acoso".
Entre las denuncias que también ha analizado in situ la Inspección de Trabajo, algunas de ellas ya con visos de solución, siempre según recoge el informe del órgano oficial y han corroborado las denunciantes, ha sido la falta de medidas higiénico sanitarias para las empleadas en la pandemia, el hecho de que se hayan exigido tareas fuera de contrato, no contar con camillas de masajes de altura regulable ("poniendo el riesgo la integridad físicas de las trabajadoras"), o el hecho de que la chilaba que se presta para cubrir el bañador ocasione problemas de seguridad, habiéndose producido "algún tropiezo y caída de las trabajadoras".