Un SOS ha lanzado una asociación de familias de personas con trastorno del espectro autista para intentar encontrar ayuda para finalizar unas obras de las que dependen el futuro de muchos jóvenes con TEA.
Cuando llegan a los 21 años, estos afectados no tienen un lugar al que ir ni qué hacer. Las familias se ven obligadas a dejar sus trabajos para convertirse en cuidadores de sus hijos durante las 24 horas.
Con el centro ocupacional y centro de día que quieren construir en Aftea, la asociación en cuestión, parte del gran problema quedaría resuelto.
“Nuestra mayor preocupación es que las personas mayores con trastorno de espectro autista, nuestras hijas y hijos, no tienen futuro, no tienen absolutamente nada. Nuestros hijos necesitan un centro para que puedan tener un futuro", señala Ana Belén Salas, presidenta de Aftea.
El Ayuntamiento de Cáceres cedió hace unos años a esta asociación un local de unos 500 metros cuadrados. Un local que se encuentra en bruto y que necesita una reforma que costaría entre unos 300.000 y 400.000 euros.
"Estamos en SOS. Necesitamos terminar este centro. No tenemos nada para ellos. Necesitamos que sean centros específicos. En otros centros tienen que guardar una cola de dos y tres años para poder entrar. Eso no se puede permitir. Nuestros hijos también necesitan vivir", destaca Ana Belén.