Vuelta al cole y regreso a la actividad de los grupos de WhatsApp de madres y padres. Unos grupos antológicos que suelen dar mucho juego durante el curso escolar.
Un lugar que puede convertirse en cambalache, en búsqueda de una sudadera perdida en el patio o en el foco de un debate sobre la vestimenta adecuada para el recreo un día de lluvia. Por no hablar de los más de veinte síes o los ok que aparecen cuando la delegada transmite un mensaje de algunos de los docentes.
Unos grupos descacharrantes donde también puede brillar el surrealismo, como en una conversación reciente donde madres y padres hablaban sobre el desayuno del alumnado de tres años.
Ayer tuvimos la reunión de #vueltaalcole de 3 años.
— Mamadrastra💚💙 (@Mamadrastras) September 6, 2022
🍐Tema merienda:
👩🏽🏫-Los L y V, fruta; M y J, bocata; miércoles lácteo.
👩🏽-Hola, Eva, soy la mamá de Martín. Una duda, el bocata... ¿de qué?
👩🏽🏫-De lo que queráis: tortilla francesa, pollo, queso... lo que les guste.
La maestra explica claramente las pautas a seguir, indicando que los lunes y viernes toca fruta, los martes y jueves está reservado para los bocadillos, mientras que el miércoles es el día de los lácteos. Tras esto, empiezan las primeras preguntas. "Una duda, el bocata... ¿De qué?", pregunta la mamá de Martín, mientras que otra progenitora cuestiona si hay que llevar algún tipo de pan especial. "¿Puede ser pan de fajita?", pregunta otra madre.
Pero la pregunta del millón llega con la mamá de Laia. "¿Se puede llevar bocata el día del lácteo?". La docente responde que, en principio, la idea es que "traigan leche, queso fresco, requesón o yogures, para que aprendan también los distintos lácteos". La madre de Laia insiste. "Por eso, un bocadillo de queso".
El debate ya estaba servido, así como el intento de aclarar la teoría del día del lácteo. "El queso es lácteo, y choca con el bocadillo, porque si lo pones de queso, resulta que martes, miércoles y jueves comen bocadillo... o lácteo, según se mire, los tres días... Si el bocadillo es de queso, digo", afirma una madre.
Y, por si fuera poco, con este asunto, otra progenitora añade más miga al asunto. "¿Los bocadillos tienen que venir hechos? Lo digo porque Daniela es muy de texturas y en cuanto se moje un poco el pan, ya no se lo come".
La maestra trata de responder con calma y recomienda que los pequeños no lleven frutos secos para evitar atragantamientos. "Entonces, ¿pan con semillas no?", cuestiona otra mamá.
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