Un total de 400 invitados, sin móviles en las manos, han sido testigos de un acontecimiento que ya forma parte de la historia de la prensa rosa en España. La boda de Tamara Falcó, de 41 años, e Íñigo Onieva, de 34, ha sido uno de los eventos más mediáticos del año. Medio país ha estado pendiente del "sí quiero" de esta pareja que se casa tras una serie de imprevistos en su relación.
El "nanosegundo en el metaverso" ya es agua pasada en un día especial en el que nadie se acuerda de la infidelidad del novio y la consecuente ruptura del compromiso. Importa el aquí y el ahora y la pareja se ha casado en un lugar de ensueño, El Rincón, en Aldea del Fresno, a unos 50 kilómetros de Madrid.
Durante el enlace totalmente blindado, un séquito de periodistas han estado pendientes de la llegada de los distintos invitados a los que han bombardeado a flashes y preguntas que han obtenido respuestas cortas. El motivo es que la novia ha cerrado un acuerdo con la revista ¡Hola! para que estuviese presente en la preboda en el hotel Mandarín Oriental Ritz de Madrid, en la ceremonia y en la luna de miel en el índico
Una exclusiva que los expertos valoran en medio millón de euros según El País. La marquesa de Griñón y su ya marido han estado rodeados de su familia, amigos y compañeros de trabajo que no han querido perderse esta fiesta a la que Falcó llegó sobre las cuatro y media junto a su maquilladora, Raquel Álvarez.
Caminó hacia el altar con un velo y acompañada de su hermano mayor, Manuel Falcó, marqués de Castel-Moncayo. Un momento emotivo en el que estaban presentes su madre Isabel Preysler, Vicky Martín Berrocal, Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez, Juan Avellaneda, Eugenia Martínez de Irujo, Pablo Motos, Nuria Roca, Juan del Val y hasta Carolina Herrera.