Tarek, el niño marroquí que llegó a España debajo de un camión con el sueño de ser futbolista o policía

El joven dejó atrás a su familia y amigos cuando tenía 12 años y estuvo hasta la mayoría de edad en uno de los centros de menores de Andalucía

Tarek, el joven marroquí que habló en el Parlamento.

El Parlamento de Andalucía ha albergado esta semana la Comisión sobre la Infancia y Adolescencia. Algo que ha coincidido con la polémica nacional sobre la distribución de los menores migrantes en todo el país. Este tema provocó un auténtico terremoto político la pasada semana por la ruptura entre PP y Vox en los gobiernos autonómicos. La Cámara andaluza, por su parte, escuchó el martes a uno de estos menores que llegaron a la comunidad buscando un futuro mejor.

Tarek es un joven marroquí que contó sus experiencias vitales ante los diputados. En su intervención cuenta sus sueños con 12 años. "Mi sueñon era ser futbolista o policía. Pero pronto me di cuenta de que en mi país, en el seno de mi familia iba a ser muy difícil", comenta. Fue por ello que decidió salir de su país arriesgando su vida y dejando atrás a familiares y amigos, "lo que más quería en el mundo".

Con tan solo 12 años, Tarek decidió arriesgar su vida de verdad y colocarse debajo de un camión para poder llegar a Ceuta y posteriormente cruzar hasta Algeciras. "Mi único agarre fue un hierro redondo que me permitía sujetarme con las manos. Tenía que hacer mucha fuerza para no caerme", añade.

A partir de ahí estuvo en un centro de menores hasta los 18 años. Cuando cumplió la mayoría de edad no tenía permiso de residencia ni trabajo, por lo que las posibilidades para cumplir su sueño quedaron limitadas. "Me sentí solo, sin nadie que me diera la mano y sin objetivos. Todo lo que soñé de un día a otro se fue", asegura. Tarek era un chaval que tenía ganas de aprender y de formar parte de alguna familia. Pero todo quedó en una frase. "Ahí tienes la puerta y la maleta, búscate la vida". Pese a ello, no desistió y siguió formándose. Ahora juega en un equipo de fútbol de un pueblo de Jaén, tiene la ESO, vive con su pareja, tiene carnet de conducir y ha logrado trabajo. "Me siento muy afortunado de tener esta oportunidad. Los cambios en las personas existen, aquí tenéis un ejemplo de una persona integrada en esta sociedad".

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