Desde hace más de un año, muchos taxistas de Andalucía temen que llegue el momento de renovar su póliza de seguro anual o, si cambian de vehículo, de buscar una aseguradora. Prácticamente, es tarea imposible. O muy cara, en su defecto.
Cuando antes pagaban entre 900 y 1.300 euros por un seguro a todo riesgo —con franquicia oscilando entre 300 y 700 euros—, ahora muchas compañías les piden "barbaridades", entre 7.000 y 10.000 euros, han llegado a tener constancia en Elite Taxi, una asociación que ha alertado sobre estas prácticas.
Rafael Baena, presidente de Elite Taxi Andalucía, pagaba menos de 1.000 euros al año. Cuando cambió de coche, en una compañía en la que llevaba 20 años, sin dar ni un parte por siniestro, y con más seguros asociados, le subieron la anualidad a 2.000 euros. Cuando comentó que iba a buscar otra aseguradora, le contestaron: "Ya estás tardando".
"No tiene justificación", sostiene Baena, en declaraciones a lavozdelsur.es. La asociación sospecha, porque no les dan motivos, que las grandes aseguradoras, con importantes flotas de vehículos VTC como clientes, dan preferencia a estos coches, y con su decisión están arrastrando a las pequeñas compañías.
"Es una teoría, porque no hay motivos reales", incide Baena, que insiste en que no hay razones para estas "expulsiones", ya que la siniestralidad es "muy baja". "Hay compañeros que han pedido un certificado de siniestralidad a su compañía y no tienen siniestros, por eso decimos que no hay justificación", insiste el presidente de Elite Taxi.
Hay taxistas que, tras comprarse un nuevo vehículo —una inversión que puede irse hasta los 30.000 o 40.000 euros— han estado "15 o 20 días sin trabajar porque no hay quien los asegure". Cuando encuentran aseguradora, las pólizas más baratas son de 2.800 euros.
Las aseguradoras, relata, llevan en torno a un año "expulsando a compañeros", pero lo hacen "intentando dejar el menor rastro posible, vía telefónica o por WhatsApp", tomando una decisión que "no tiene sentido".
La falta de justificación de las grandes aseguradoras ha hecho que el sector perciba esto como “una ofensiva” que ha conseguido que otras firmas más pequeñas les imiten, arrastradas por el "pánico".
"Han ido en cadena las pequeñas aseguradoras que históricamente aseguraban al taxi con taxímetro, que se supone que tiene un riesgo mayor", aunque insiste en que tienen "una siniestralidad muy baja".
Ante esta encrucijada, en la que los taxistas se ven obligados a iniciar una "peregrinación" por compañías cuando tienen que renovar una póliza, Elite Taxi pide al Estado que "medie", a través de los ministerios de Transportes y Movilidad Sostenible y de Economía, Comercio y Empresa, para que el taxi, "un servicio público, considerado de interés general, pueda acceder a un seguro competitivo".
Las quejas de los taxistas, que se circunscribe a todo el país, las quieren llevar al Senado, para tratar de hallar a una solución a un problema que se está enquistando, y que obstaculiza el trabajo de estos conductores profesionales.
Hay creada hasta una Plataforma de afectados por los seguros del taxi, a través de la que quieren hacer llegar sus reivindicaciones al Ejecutivo central. "Es difícil, porque el Gobierno no se quiere dar por conocedor de la problemática", reconoce Rafael Baena. Difícil, pero no imposible.
Elite Taxi Andalucía señala que las mismas aseguradoras que están realizando estas prácticas son las que están acogiendo sin problema a los vehículos VTC de multinacionales como Uber o Cabify, sobre los que taxistas han denunciado "irregularidades" en alguna ocasión, por usar estos coches para transportar viajeros y estar asegurados como "vehículo particular".