España ha dicho adiós a Nelson, la borrasca que ha aguado la Semana Santa y que tanta alegría ha repartido en ríos y embalses. Tras las lluvias históricas de estos días (Grazalema con 478 litros por metro cuadrado ha vuelto a liderar la estadística) y las bajas temperaturas, ahora llega un cambio radical en el tiempo.
Así, al menos, lo ha advertido la Aemet. Las temperaturas van a aumentar de forma generalizada en los próximos días, pudiéndose registrar en algunas zonas del país temperaturas cercanas a los 30 grados.
Una borrasca situada en el Atlántico hará que entre el miércoles y el viernes una masa de aire cálida se instale en la Península.
La inestabilidad de la Semana Santa ya forma parte de la historia y este tiempo loco parece que entrará en una fase de tranquilidad con un clima propio de la estación primaveral.