Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía local han desmantelado un criadero ilegal de perros en el que se han hallado casi un centenar de canes de raza destinados a la venta, valorados en más de 70.000 euros, la mayoría sin vacunar ni censar. Los animales se han localizado en un secadero de tabaco a la salida de Belicena, en Vegas del Genil (Granada) donde a 34 de ellos les habían cortado las cuerdas vocales para que no revelaran su paradero.
El presunto autor, de 44 años, ha sido detenido por la Guardia Civil por un delito relativo a la protección de la flora y la fauna por maltrato animal, además por instrusismo profesional ya que ejerció como veterinario sin poseer dicha formación. Pese a ello, tras prestar declaración, el individuo quedó en libertad con cargos.
La mayoría de los perros, casi un centenar, de las razas bichón maltés, pomerania, caniche y chihuahua se encontraron sin el microchip reglamentario. El Grupo de Voluntarios de Protección Animal del municipio fue el que dio la voz de alarma y puso en conocimiento del Ayuntamiento este delito tras escuchar los ladridos de algunos de los perros.
Desde que recibió el aviso, la Policía Local de Vegas del Genil junto al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil siguieron el caso hasta contactar con el propietario del criadero y entrar en el interior. De esta forma se encontraron con un total de 98 perros de raza cuyo valor en el mercado superaría los 70.000 euros. Algunas de las hembras se hallaron en conejeras de menos de un metro cuadrado, según ha explicado el concejal de Protección Animal, Urbanismo y Medio Ambiente, Alejandro Martín Romero.
Un veterinario ha certificado que casi la mitad de los perros tenían las cuerdas vocales cortadas, y algunas de las hembras habían parido muchas veces. El responsable de este criadeor ha sido acusado por practicar la cordectomía en los canes, sin tener la formación pertinente para ellos. Según ha explicado el Colegio de Veterinarios de Granada en un informe, "es una práctica quirúrgica que requiere anestesia general, conocimientos exhaustivos de anatomía, cirugía y farmacología, y que si no está llevada a cabo por un veterinario y con un fin terapéutico, se trataría de una práctica de intrusismo profesional y de maltrato animal".
A su vez, se sospecha que el dueño abandonaba a los perros cuando ya no les resultaba útiles para parir ya que se han encontrado en los últimos meses por las calles del pueblo a varios perros de las mismas razas con las cuerdas vocales cortadas y con signos de haber parido varias veces.
Ante esta situación, el Ayuntamiento del municipio granadino tomará cartas en el asunto y se personará como acusación a través de la Asociación de Abogados Granadinos por el Medio Ambiente y los Derechos de los Animales (Agmada) para denunciar este delito de maltrato animal. Asimismo, abrirá expediente sancionador por faltas muy graves, graves y leves existentes en este procedimiento en base a la Ordenanza de Bienestar Animal aprobada hace un año.