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La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha denunciado que el control en las costas de Andalucía está "gravemente comprometido ante la falta de medios materiales y personales en el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. De las 19 embarcaciones asignadas en la comunidad andaluza, solo 7 están operativas".
"La situación real tras la pérdida la semana pasada de la Río Irati en un encontronazo con una narcolancha, es que tan sólo el 36% de las embarcaciones asignadas están operativas. La coordinación entre provincias intenta paliar las carencias, pero no es suficiente para cubrir los mil kilómetros de costa andaluza. Y las embarcaciones rápidas, que debían servir para mejorar la persecución de las veloces lanchas de los traficantes, presentan problemas estructurales graves, que las hacen inadecuadas para maniobras intensas", explicaba este lunes el secretario de Comunicación de Jucil, Agustín Leal.
Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz señalan al respecto que "después del triste episodio del río Guadalquivir donde murió un joven de 22 años, después de que el piloto de la narcolancha en la que viajaba, impactara de manera deliberada contra la patrullera Río Irati, y donde dos compañeros resultaron heridos, dicha patrullera quedó en estado de inoperatividad".
"Pero no es la única embarcación en servicio de la zona de Cadiz. De hecho, en el mismo instante, la patrullera Río Ulla, que estaba cedida temporalmente a la Escuela del Servicio Marítimo, fue devuelta y comisionada a la zona del río. Por otro lado, dicho sector estuvo vigilado por el servicio marítimo de Huelva. De forma inmediata también se comisionó a la patrullera Río Gallo, de la comandancia de Málaga, y hoy se ha vuelto a incorporar la Río Iro".
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