Manuel Cociña y Abella, sacerdote del Opus Dei de 72 años, ha sido condenado por el Vaticano por unos abusos sexuales acaecidos en el colegio mayor Almonte, ubicado en la Avenida de la Palmera de Sevilla. Los hechos ocurrieron entre noviembre de 2002 y junio de 2003, según Religión Digital. Esta condena supone la primera a un numerario de la Obra con el agravante del peso que Cociña tenía en la institución, ya que fue de las personas que convivió junto a su fundador, Josemaría Escrivá de Balaguer.
Según el portal digital, al sacerdote se le ha impuesto la prohibición de predicar, escuchar confesiones y administrar sacramentos y sacramentales durante los próximos 5 años. Tras el lustro, solo podrá ejercer su actividad pastoral en el centro de la Prelatura en la que tiene su domicilio, Granada, durante otros 5 años. Tampoco podrá dar atención pastoral a personas menores de 30 de forma indefinida y deberá cumplir con una serie de penitencias para reparar el daño causado.
Por la parte de la víctima, un joven que entonces tenía 18 años y sufrió abusos al menos en siete ocasiones, no ha sido compensado de forma económica, ni tan siquiera con una copia de la sentencia. Desde 1999, el cura practicaba una serie de masajes que acababan en tocamiento en los genitales de la víctima. Fue en 2018, coincidiendo con la visita del Papa Francisco a Chile, donde el joven reside en la actualidad, cuando este presentó la denuncia. A ella se unieron más personas que relataban episodios similares sufridos por miembros del Opus Dei en España.
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