El Ministerio de Universidades propone alternar la docencia presencial y la online el próximo curso académico cuando el número de estudiantes no permita guardar metro y medio de distancia de seguridad en las aulas e instalaciones. Así figura en un documento elaborado por el Ministerio de Sanidad junto al departamento que dirige Manuel Castells con recomendaciones "para adaptar el curso universitario 2020-2021 a una presencialidad adaptada", y donde emplazan a las universidades a realizar "un cálculo de coeficientes de ocupación de cada una de las actividades docentes e investigadoras que se desarrollen en sus instalaciones".
En los casos de que esas instalaciones no puedan admitir a todos los estudiantes respetando ese metro y medio de distancia "las universidades deberían tomar las medidas pertinentes para que se pueda llevar a cabo de forma online", apunta el documento, que también sugiere retransmitir telemáticamente esas clases para que las puedan seguir en directo, por videoconferencia, el resto de alumnos de la asignatura.
"En esta opción, deberían rotarse periódicamente entre los estudiantes que reciben la enseñanza presencialmente y aquellos que la reciben por videoconferencia", se limita a señalar el documento del Ministerio de Universidades, sin aportar otro criterio para seleccionar a los alumnos que podrían seguir las clases en el aula. Según apuntan varios medios nacionales, el plan para mantener este sistema es de semanas, con una presencial y otra a distancia desde casa.
Universidades descarta "doblar las clases por grupos" el próximo curso ante "la escasez de recursos docentes a corto plazo" porque "implicaría una sobrecarga insoportable para el cuerpo docente", asegura el Ministerio de Castells, cuyas recomendaciones contrastan con las anunciadas este pasado miércoles por el Ministerio de Educación y Formación Profesional de Isabel Celaá.
Celaá aseguró que la intención de su Ministerio es que todos los estudiantes de las etapas no universitarias puedan regresar a sus clases el próximo mes de septiembre, aunque para ello sea necesario habilitar espacios incluso ajenos a los centros educativos.
El documento del Ministerio de Universidades señala que los centros deberán hacer públicas todas las medidas de presencialidad antes de la apertura del período de matriculación. Además, cada universidad establecerá antes del comienzo de curso un plan de contingencia que permita, en caso de que la situación sanitaria así lo requiera, un cambio masivo e inmediato a un sistema de docencia a distancia como ocurrió a mediados del pasado mes de marzo por el coronavirus.
En concreto, estos planes de contingencia deberán incluir formación para el profesorado en la online, adaptación de los sistemas de evaluación en las diferentes titulaciones, o el establecimiento de horarios para tutorías o seminarios, para garantizar "tanto una correcta atención al estudiantado como una jornada laboral acorde a la legislación laboral para el profesorado".
Aunque el Ministerio reitera la "deseable" preponderancia de la enseñanza presencial como forma "más adecuada" para la educación superior de calidad, Universidades ha destacado que la experiencia obtenida, mediante un "gran esfuerzo", en enseñanza y evaluación no presencial por parte de docentes y estudiantes "debe ser aprovechada para desarrollar la capacidad de las universidades para utilizar formas digitales de interacción en aquellas actividades que puedan beneficiarse de dichas metodologías".
El Ministerio de Castells pide también una estrategia de digitalización reforzada del sistema universitario, tanto para las posibles situaciones de emergencia como para una flexibilización de las modalidades de enseñanza.
En este sentido, destaca que hay que mejorar el equipamiento informático y redes telemáticas de las universidades, así como capacitar al profesorado en el uso de la comunicación digital y una ayuda de la administración universitaria para la conectividad adecuada del conjunto del estudiantado, de forma que "ningún estudiante sea discriminado por la persistencia de la brecha digital".
"Tenemos que evitar que nos sorprenda de nuevo cualquier circunstancia que interfiera en el normal desarrollo de la actividad universitaria", apunta el documento publicado por el Ministerio.
En este contexto, Universidades subraya que las transferencias presupuestarias a las comunidades autónomas aprobadas por el Gobierno "pueden constituir un soporte presupuestario para atender a las necesidades sobrevenidas".
Asimismo, el Ministerio pide a las universidades que, tras el debido periodo de consulta, anuncien las medidas que adopten con "suficiente antelación" para que la comunidad universitaria pueda asumirlas "sin menoscabo de su bienestar y de la calidad de enseñanza".
El documento también incluye las medidas de prevención e higiene frente al Covid-19 para centros universitarios en el curso 2020-2021, elaborado conjuntamente por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Universidades. La publicación exige mantener, de forma general, una distancia de al menos 1,5 metros entre las personas en todos los espacios del centro universitario; e incide en las medidas de higiene personal y en el uso de mascarilla higiénica siempre que no se pueda asegurar la distancia interpersonal.
En cuanto a la gestión de los casos, establece que no podrán acceder al centro educativo aquellas personas con síntomas compatibles con Covid-19; aquellas a las que se les haya diagnosticado la enfermedad y que no hayan finalizado el periodo de aislamiento requerido; o las que se encuentren en periodo de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con síntomas o diagnosticada.
Universidades pide prestar especial atención al alumnado con diversidad funcional o necesidades específicas de apoyo educativo, ya que "pueden necesitar ciertas adaptaciones" como acompañantes de apoyo y medios materiales o ayudas técnicas.
Cuando un estudiante inicie síntomas, tendrá que ser acompañado a una sala separada de uso individual, que cuente con ventilación adecuada y con una papelera de pedal con bolsa, donde tirar la mascarilla y pañuelos desechables. El centro le facilitará una mascarilla quirúrgica y otra para el trabajador que le acompañe y contactará de inmediato con el teléfono habilitado para ello por la comunidad autónoma.
En el caso de que un trabajador empezara a tener síntomas, deberá abandonar su puesto de trabajo hasta que su situación médica sea valorada por un profesional sanitario. En el caso de percibir que la persona que inicia síntomas está en una situación de gravedad o tiene dificultad para respirar, se avisará al 112.