Carmen Cánovas Cervello, una enfermera de 30 años, se encontraba de vacaciones en las Islas Maldivas. Unos días que estaban resultando felices hasta que se llevó más que un enorme susto bajo el agua.
Cuando estaba buceando y disfrutando de las cristalinas aguas, la joven sufrió la mordedura de un tiburón nodriza. El amigo que le acompañaba, que estaba grabando el fondo marino, captó el momento del tremendo bocado.
Los jóvenes estaban nadando entre los animales marinos sin percatarse del peligro que corrían. Los tiburones nodrizas solo suelen atacar cuando ven, como era el caso, invadido su espacio.
Fue entonces cuando uno de ellos clavó sus dientes en el lateral de la espalda de Carmen, que sufrió una herida de unos 15 centímetros. Tras esta mordedura, la joven subió a la superficie para que le limpiaran la herida y, a continuación, volvió a sumergirse. "No ha sido nada importante", ha señalado al medio británico The Daily Mail.