Cuatro hombres han sido detenidos, dentro de las denominadas Operaciones Hongo, Patachula y Ricolino, como presuntos responsables de los delitos de corrupción de menores y tenencia y difusión de material pornográfico infantil.
Las detenciones y registros domiciliarios se han producido en Jerez, Dos Hermanas y dos en Arcos, donde se detectó el caso más grave, donde uno de los pedófilos se comunicaba por videollamadas con niñas de entre seis y diez años a las que incitaba y convencía para llevar a cabo actos sexuales.
Las investigaciones han sido desarrolladas por la Unidad de Delitos Especializados y Violentos UDEV de la Comisaría de Jerez con el apoyo de la Unidad Central de Delitos tecnológicos con sede en Madrid.
Las pesquisas comenzaron cuando se detectó tráfico de material videográfico que implicaba pornografía, actos sexuales y vejaciones de extrema gravedad contra niños y niñas de muy corta edad. El material pasaba por nodos o servidores informáticos radicados en Jerez o en su zona de influencia cercana. Los investigadores localizaron los domicilios de los responsables, que si bien no se conocían en persona, en alguno de los casos sí que habían compartido este tipo de material de extrema gravedad.
El detenido en Jerez poseía una enorme cantidad de este tipo de material en el propio domicilio que compartía con sus dos hijas y con su mujer, la cual desconocía completamente las acciones de su marido.
Uno de los pedófilos detenido en Arcos mantenía videollamadas en las que convencía y conducía a las menores para que realizaran actos de índole sexual que el detenido además grababa para su posterior uso. Los agentes han logrado localizar a una de las niñas víctimas de este detenido y a su familia, residentes en un pueblo de la provincia de Toledo. Los padres fueron informados detalladamente de todo lo sucedido a efectos de protección de la menor y para que interpusieran denuncia por lo ocurrido.
Los detenidos compartían este tipo de contenidos a través de aplicaciones de mensajería instantánea, significándose especialmente entre los detenidos el uso de la aplicación Signal, solución informática que está centrada en ofrecer la máxima privacidad y que dificulta la detección y localización de pedófilos y pederastas que, de igual forma, tratan que los menores utilicen esta dicha aplicación una vez que han sido engañados o coaccionados para llevar a cabo una interacción con los adultos agresores.