La tala de 43 casuarinas, la mayor masa arbórea de El Cuervo de Sevilla, ha provocado la movilización ciudadana para impedir lo que entienden como una injusticia y la pérdida de un patrimonio medioambiental de gran valor para la localidad, tasado en más de 215.000 euros, según el informe elaborado por la empresa Tecnigral, pionera en consultoría y desarrollo de proyectos de medio ambiente y medio urbano. La compañía fue contratada por el Ateneo Cultural Andaluz Arbonaida y la asociación ambiental Laguna de los Tollos, entidades sin ánimo de lucro de El Cuervo, que se oponen frontalmente a esta actuación.
Hasta han convocado una concentración en la avenida José Antonio Gallego de la localidad hoy viernes 29 de mayo, a las 19:30 horas, para mostrar su rechazo a la tala. "Llevaremos camisetas verdes y pancartas; obligatorio uso de mascarillas y respetar distancia de seguridad", se puede leer en el cartel difundido por las entidades. Los árboles, con más de tres décadas de antigüedad, constituyen el conjunto arbóreo más importante del casco urbano, y además actúan como pantalla acústica que protege a las viviendas colindantes de los ruidos generados por el elevado tráfico rodado de la vía en la que se encuentran. Pero hace tiempo que se vienen registrando quejas de un reducido grupo de vecinos por la supuesta suciedad que estos árboles generan, concretamente por la deposición de pequeñas ramas y hojillas secas que pueden llegar a las viviendas arrastradas por el viento.
Muchos de estos vecinos solicitan una intervención inmediata sobre los árboles, llegando incluso a pedir su eliminación, circunstancia que ha sido recurrentemente usada por determinadas fuerzas políticas como arma arrojadiza contra su oponente político y promoviendo acciones que no obedecen ni al conocimiento científico, ni a los procedimientos técnicos de la arboricultura moderna, ni a las necesidades reales de gestión de estos árboles, se quejan desde las entidades sociales.
El informe técnico de Tecnigral recoge que la relación vitalidad-seguridad, crucial para todo árbol en un entorno urbano, es directamente proporcional, y que en ningún caso estos árboles suponen limitación ni conflicto alguno con respecto al espacio que ocupan; que las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de El Cuervo están mal orientadas en origen, desde el mismo momento de la redacción del pliego de condiciones para la adjudicación de los trabajos, en los que no aparece, en ningún caso, ninguna justificación técnica.
El alcalde de El Cuervo, Francisco José Martínez (PSOE), es partidario de talar estos árboles, e incluso llamó “mentirosos” a los miembros de las asociaciones que luchan por su conservación. El regidor sostiene que la protesta convocada está “totalmente injustificada”, ya que “no estamos cortando ningún árbol, sino haciendo unos trabajos de limpieza que ya se llevaron a cabo hace casi ocho años con total normalidad”. “Muchos vecinos se quejaban de la suciedad que generaban estos árboles cercanos a sus casas”, señala Martínez, como una de las causas que motiva la actuación. “Yo no soy ingeniero forestal, pero, como somos un municipio con menos de 20.000 habitantes, recurrimos a un técnico de la Diputación que nos dio el visto bueno a lo que hacíamos”, agrega.