¿Seis mil euros por tocar unas horas detrás de un paso? ¡Qué banda tan cara! Cambiando el precio y añadiendo más o menos horas al recorrido, esta opinión sobre el precio de una banda de música en Semana Santa suele ser muy habitual.
Y en defensa de lo que cobran las bandas que acompañan a los titulares de las hermandades en Andalucía ha salido José Antonio Gallego Gordillo, un sevillano que ha compartido en redes su particular alegato. "Hay que ver qué cara sale una banda... Empecemos a hacer cuentas: dicen que van a estar tocando 5, 7, 9 o las horas que esté el paso en la calle. ¿Y por esas horas cobran tanto? No tocan esas horas. Para tocar esas horas, y así de bien, para que nuestras cuadrillas se puedan lucir, llevan ya tocando cientos y cientos de horas durante todo el año. Algunos pagándose una carrera musical para que un palio pueda dar una buena revirá o un misterio dar sus tres izquierdos. Desafiando al duro frío del invierno. Cuando yo estoy en mi casa, calentito, cenando con mi familia, esos músicos están ensayando con sus instrumentos, horas y horas, para que al llegar esta semana todo salga bien. Y también, como yo, tienen mil cosas que hacer".
José Antonio también ha pedido que, además de proteger a las imágenes, los pasos, el patrimonio artístico y el cuerpo de nazarenos, también se ponga en valor a los músicos. "En Semana Santa, después de tantas horas de recorrido dando el cien por cien, mientras yo me voy a mi casa a comer, ellos tienen un rico menú semanal de un bocata y una lata de refresco. Cuando llueve, ellos soportan el duro chaparrón igual que todos, y siguen ahí en formación cumpliendo su contrato. Que luego se van para casa, no sé cuánto tiempo en su autobús, muchos de ellos muy jóvenes, con su ropa empapada, con el frío en sus cuerpos, con la preocupación de que se seque el uniforme pronto para poder tocar mañana. Cuando termina la Semana Santa, ellos son los que más kilómetros han hecho. Han cargado todo el tiempo con el peso de sus instrumentos, y también les duelen los pies, la espalda, los labios, las muñecas... Ellos son grandes protagonistas en nuestra Semana mayor y merecen el mayor de los respetos y admiración.
Tras indicar que todo lo expuesto entra en el precio, lanza una última pregunta. "¿Qué sería de la Semana Santa sin las bandas?".