Tambores, cornetas, marchas semanasanteras, incienso y rostros severos. Aromas, sonidos y actitudes más propias de otras fechas menos frioleras. Pero esta tierra es así. Plena de contrastes y cuya gente no se arruga a la hora, como es este caso, de echarse a la calle con una procesión con todos sus avíos cofradieros.
Y más en un sábado como el pasado, en el que mandaba el ir y venir de mucha gente en busca de tal o cual Zambomba. En ese ambientazo navideño se coló el regreso de la Virgen de Loreto, cuya festividad litúrgica fue este 11 de diciembre. Pero este año está declarado Jubilar Lauretano y, aunque las fechas son las que son, había que celebrarlo como Dios manda, ahora que todavía se pueden sacar pasos a la calle.
No es que el Jerez cofrade se echara a la calle en masa para ver la procesión. Hubo gente pero más bien los más jartibles y, en su mayoría, el público que se la encontró. Dado que estos días somos muy visitados por aquello del zambombeo, los 'guiris' ajenos a estas mixturas miraban y admiraban. Si el turismo de sensaciones es el que más se demanda, lo de este pasado sábado, y el próximo con La Esperanza, no deja indiferente a nadie.
Dado el patronazgo de Loreto en la Aviación, asistió una nutrida representación del Ejército del Aire. También desfilaron estandartes de otras hermandades y un buen número de hermanos. Cerrando el paso y la banda municipal de Rota con un repertorio muy selecto en exquisiteces musicales cofrades. El fin de este tiempo de fusión entre Navidad y Semana Sanata será el sábado próximo desde las cinco de la tarde con La Esperanza de la Yedra Coronada que regresa a la Plazuela.