Esta decisión, de la que informa Diario de Sevilla pero que el Consejo hispalense aun no ha dado a conocer oficialmente, aún no ha llegado al Consejo jerezano, según ha informado a este medio su presidente, quien sí confirma que las hermandades de la ciudad recurrieron en su momento, del mismo modo que Sevilla y otras ciudades, la resolución de la Agencia Tributaria. También recuerda que cuando llegue la comunicación oficial se estudiará el proceso de devolución a los abonados que hayan pagado el tributo.
El origen de esta historia se inició en el consejo de cofradías de Murcia que elevó una consulta a la Agencia Tributaria sobre si se debía cobrar el IVA en los abonos de palcos y sillas de la Carrera Oficial. Entonces, en 2019, la respuesta fue positiva a la aplicación del impuesto y se entendió como vinculante a todos los consejos de cofradías que explotan una Carrera Oficial, incluido el de Jerez.
Con ese dictamen, los consejos aumentaron los precios al incluir el tributo, con la advertencia de que se devolvería si prosperaban los diferentes recursos elevados al Ministerio. En la Semana Santa de 2020, que no se llegó a celebrar con procesiones por la pandemia, a los palcos vendidos hasta la suspensión se les aplicó el 21 por ciento correspondiente. Evidentemente, también habrá que resarcir lo ya cobrado para esta Semana Santa.
Los consejos cofrades siempre han defendido el carácter social que tiene como fin la explotación económica de sillas y palcos. No bastante, Hacienda ha insistido en situar esta actividad económica en alguno de los epígrafes fiscales establecidos para dejarla exenta del tributo.
En el caso de Jerez siempre se miró de reojo a lo que sucedía en Sevilla donde el fisco insistía en regular la actividad mientras que la posibilidad de aplicar el IVA seguía en la bocamanga de Hacienda hasta que llegó la respuesta a la consulta elevada por Murcia.
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