La historia se repite en Cádiz capital. Esta Semana Santa la hermandad del Santo Entierro que procesionaba este Sábado Santo se ha convertido en la segunda que vuelve a su templo antes de lo previsto por problemas con los costaleros.
En esta ocasión, todo apunta a que el calor tuvo gran parte de la culpa. La cuadrilla estaba asfixiada y no podía continuar con la Virgen de la Soledad a hombros por lo que decidieron regresar sin pasar por la carrera oficial. Desde la cuadrilla han contado a La Voz de Cádiz, que los problemas se deberían a una anomalía en los palos del paso.
Muchas personas se presentaron voluntarias para llevar de vuelta a la Virgen en un Sábado de emoción y rabia que vivía lo mismo que se había sentido en Jerez. En la ciudad vecina los costaleros se dieron la vuelta con la Esperanza de San Francisco, de la hermandad de las Cinco Llagas.