La creación de una nueva agrupación parroquial podría estar cerca. Se trata de la asociación juvenil de Jesús de la Humildad de la barriada de Barbadillo. Recientemente, el obispo, José Rico, realizó una visita al solar donde se levantará la parroquia del Rocío, templo en el que, en teoría, deberá ser la sede de la futura agrupación. El prelado se interesó por la vida de este colectivo de jóvenes y no dudó en visitar el local que, a modo de capilla, acoge al titular de la asociación. Fue un espaldarazo para las ilusiones de esta hermandad de las denominadas ilegales: "Quería conocernos y saber de nuestra existencia y comprobar la calidad del grupo”, asegura a este medio Francisco Guillén, presidente o hermano mayor de una asociación que actualmente congrega a unas 200 personas.
Guillén deja claro que la intención y el futuro inmediato pasa por cambiar el rumbo de lo que hasta ahora había venido siendo esta asociación: “Entendemos que al estar trabajando por y para la Iglesia, se termina un ciclo maravilloso en el que hemos aprendido mucho; ahora gracias al párroco de Fátima, Juan Jacinto del Castillo, -sacerdote que dirige la vida espiritual y de caridad del colectivo— por la formación que no está dando, creemos que se cierra un periodo y ahora toca aspirar a lo que venga ya dentro de la Iglesia”. Se da la circunstancia de que ese año han dado un salto al menos en el plano mediático ya que el cartelista de la Semana Santa dejó plasmado en su obra un detalle en el cíngulo del Prendimiento dedicado al colectivo. Esto dio de sí en comentarios o críticas negativas al incluir en el cartel oficial un guiño a una ‘ilegal’.
Este 2022 no saldrán el viernes de Dolores como lo venía haciendo desde 2007. La última salida fue el 28 de septiembre de 2019 por los diez años de la hechura del Señor. En abril, la ‘hermandad juvenil’ cumplirá 15 años desde su fundación. En cuanto a las expectativas del presidente tras la visita de Rico Pavés, subraya que “entendemos que la impresión del obispo fue buena. Es una persona maravillosa estuvo en cantado con nosotros”.
Pero no les dio fecha ni plazos. Les invitó a seguir con la formación y la presencia en la parroquia de Fátima donde, además, ayuda a la Cáritas parroquial. En este tiempo de pandemia han aportado más de dos mil kilogramos de alimentos para la causa social. Además asumen otros retos como ayudar a levantar el futuro edificio de la iglesia parroquial del Rocío: “Si al obispado le hace falta gene para ayudar, nosotros estamos dispuestos”.