Está claro que Jerez es diferente. Por su arte, por la idiosincrasia de su gente y por la forma de vivir y sentir sus tradiciones. Y por la rapidez a la hora de cambiar de palos. En Jerez se pasa rápidamente de la túnica de nazareno al Rocío y de las arenas del Coto de Doñana a las del González Hontoria.
Y en diciembre, pues lo mismo. No hay problema en trasnochar en una Zambomba, disfrutando de los villancicos navideños, y madrugar al día siguiente para ver alguna salida procesional. En este caso le ha tocado el turno a Nuestra Señora de la Esperanza Coronada, que presidirá hoy, con motivo de la festividad de la Inmaculada, la Solemne Pontifical en la Santa Iglesia Catedral.
A pesar de la hora temprana, extraordinario ha sido el ambiente en el barrio de San Miguel y en las calles de Jerez para ver a la Esperanza. Está claro, Jerez is different.