Rocío del Ojo, 39 años de edad, es la primera mujer portavoz de la Unión de Hermandades de Jerez. Es cofrade de las hermandades de La Borriquita y de La Lanzada, de la que forma parte desde su nacimiento; además ejerce de catequista. Profesionalmente es adjunta a Dirección de la empresa de moda jerezana Kahyra.
¿Cómo lleva ser portavoz de la Unión de Hermandades?
Estupendamente. Llevo poco tiempo pero estos cuatro meses han sido intensos, lo llevo bien.
¿Es complicado lidiar con los medios?
Para mí no. La Unión de Hermandades no es un medio de comunicación. En Jerez hay suficientes medios de todo tipo; nosotros somos meros intermediarios. Del mismo modo que estamos al servicio de los hermanos mayores también lo estamos para los medios de comunicación.
Es la primera mujer que asume la portavocía del Consejo. ¿Se ha encontrado con alguna traba por cuestión de género?
No. Desde que entré en el mundo de las cofradías jamas me he sentido diferente por ser mujer. Al contrario, integrada al cien por cien. No soy la mujer de tal o de cual; a mí en mis cofradías se me conoce como Rocío del Ojo. Creo que hoy en día el feminismo está mal concebido porque la mujer no tiene que ser lo mismo que el hombre. Las mujeres tenemos las suficientes cualidades en el mundo de las cofradías, en el ámbito laboral y en la sociedad como para llegar al sitio que queremos sin tener que ocupar el puesto de nadie. Hacemos un flaco favor si queremos ocupar el puesto de otros. Para mí es tan valioso mi puesto en la Unión de Hermandades como el que ocupa un cargo de hermano mayor, en junta de gobierno o la abuela que cose el dobladillo de la túnica de su nieto todos los años. Todos los puestos que ocupe la mujer en las cofradías son sumamente importantes.
"Tenemos que buscar el lugar que queremos en las hermandades. Nadie nos lo va a impedir"
Por sus palabras, a día de hoy, el machismo en las cofradías de antaño, ¿ya no existe?
Todavía queda mucho por hacer no solo por el hombre, también por la propia mujer. Tenemos que buscar nuestro lugar, el que queremos ocupar en las hermandades. Nadie nos va a impedir nada, podemos llegar a ser lo que queramos ya que nadie y ninguna norma nos va a prohibir nada. Es cierto que somos nosotras mismas las que tenemos que dar el paso y tenemos que decir sí. Siempre digo que en las cofradías hacen falta muchas como la Virgen María, que supo decir sí sin esperar nada a cambio. Hay que atreverse a participar de todo.
Ha pasado tiempo desde que fue noticia que una mujer entraba en una junta de gobierno. Se ha recorrido un largo camino, pero estos logros de hoy en día de apertura total, ¿es gracias a las mujeres, a las propias hermandades o a la Iglesia?
Creo que gracias a la necesidad. Fue un antes y un después en el mundo cofrade el surgimiento de los costaleros hermanos, que mermaron las filas nazarenas. Fue necesario que la mujer vistiera la túnica, gracias a la apertura que nos permitió la Iglesia. A día de hoy hay cortejos en los que hay más mujeres que hombres. Fue cuestión de necesidad y con el paso del tiempo se ha puesto en evidencia que el trabajo, la opinión y la acción de la mujer en la hermandad se evalúa más que necesaria.
¿No le parece trivial ese argumento que se ciñe solo a lo numérico?
Ahora mismo no pero en su momento fue un punto de inflexión. Además coincidió con la apertura de las puertas a la mujer en la hermandad. Conozco a muchas mujeres que nunca han vestido la túnica de la hermandad porque les cogió en el tránsito o porque no han querido.
¿La mujer costalera?
Personalmente no es algo que me llame. Tengo dudas en lo estético. No es un asunto que a día de hoy me preocupe pero si llegado el momento hacen falta costaleros, lo mismo las vemos bajo los pasos. De hecho hay ciudades donde la figura de la mujer costalera es normal. No considero que sea un impedimento el género para serlo.
¿Se ve como costalera?
No. Como te he dicho la mujer ya ocupa un papel suficientemente importante que no tienen por qué situarse en otros roles que ya desempeñan el hombre. Igual que históricamente la mujer siempre ha sido camarera de la Virgen, nosotras tenemos nuestro papel en las cofradías muy asentado. En cualquier caso creo que tampoco hemos querido dar ese paso a las trabajaderas. Así de simple. Somos nazarenas ¿parece poco? Pues no lo es.
"La mujer cofrade no tiene por qué situarse en otros roles que ya desempeña el hombre en la hermandad. No me veo de costalera"
¿Se puede pensar que la integración de la mujer en juntas de gobierno o en el propio Consejo obedece más a una cuestión de escaparate ante la sociedad?
No es una moda llevar a la mujer en cargos ejecutivos como en la política. Le puedo asegurar que las cinco mujeres que nos integramos en el Consejo estamos totalmente preparadas, con suficiente valía y opinión. En las reuniones discutimos, aportamos nuestras opiniones, decidimos del mismo modo que los compañeros masculinos. No es que seamos más combativas. Siempre digo que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Estoy convencida de que montones de decisiones que se han tomado a lo largo de la historia de las hermandades, detrás ha estado la figura de la mujer.
"No es una moda llevar a la mujer en cargos en las cofradías, como sucede en la política. Las que estamos somos de gran valía y muy respetadas"
O sea que su marido se queda en casa con los pequeños mientras usted se ocupa de sus menesteres cofrades.
No, en absoluto. Mi marido también pertenece a una junta de gobierno. Él tiene su funciones y yo la mía en el Consejo. También tengo mi trabajo y los niños.
¿Cómo lo lleva todo?
Se lleva. Me molesta que se piense que ostentar un cargo es un sacrificio. Un sacrificio es la que se monta en una patera para cruzar el Estrecho con sus hijos. Esto es un servicio a las cofradías y como tal hay que tomarlo. Para mí no es un sufrimiento. La verdad es que lo llevamos bien… con la ayuda de los abuelos de vez en cuando.
¿Cuál es el perfil del nuevo Consejo?
Es un perfil joven. Hay gente preparada, también de cofradías nuevas llenas de ilusión. Esto es muy importante ya que la gente mayor en su mayoría esta desencanta con este mundo. Partimos de la base que tenemos gran ilusión y una actitud de servicio muy grande. No somos cofrades conocidos pero sí somos gente muy capaz. Van a ser cinco años muy fructíferos para el mundo de las cofradías.
¿A qué obedece el paso atrás, por desencanto como dice, de los cofrades más veteranos?
La gestión en las cofradías conlleva un desgaste porque nosotros mismos provocamos eso. Ahora los cofrades estamos muy expuestos mediaticamente sobre todo por las redes sociales donde no solo hay información. La gente puede interactuar y opinar. Hoy todo al mundo opina y entiende de todo. Para eso hay que estar preparado mentalmente. Esa crítica hay que tomársela como un aprendizaje. Escucho, veo y leo todo lo que tenga que ver con las hermandades, porque de todo se aprende pero reconozco que esa notoriedad en los medios desgasta mucho por lo que entiendo que esos cofrades más veteranos no estén dispuestos y preparados para esa dinámica actual. Han recibido palos pero más internamente, en el bar, en la casa de hermandad y no que ahora se traslada a lo público rápidamente con solo un clic.
¿Hacen daño las ‘fake cofrades’ que tanto circulan en las redes?
Eso siempre va a existir y en un problema de desinformación. Si no eres capaz de transmitir y de contar las cosas y de estar al servicio de los medios para satisfacer la necesidad que existe de estar informados. Si cumples fielmente con la transmisión de la información de lo que sucede y cuentas la verdad es muy difícil que surjan las especulaciones. Ahí entra mi labor con los medios. La Unión de Hermandades no debe ser hermética, la Iglesia apuesta por la apertura. Debemos estar abiertos a informar, con eso evitamos lo otro.
Lleva cuatro meses en el Consejo. ¿Con que objetivos alcanzados se sentiría satisfecha al cabo de los cinco años de mandato?
Como mujer y madre desearía que mis hijos se sientan orgullosos el día de mañana con que su madre ha trabajado por las cofradías. Soy madre de dos niños, cofrades también. Sé que es algo egoísta por mi parte que sea lo que me mueva a trabajar por este mundo. Esta es mi pasión y creo que será también la de mis hijos, por eso quiero dejarles ese legado.
Además seréis el Consejo que, si todo va bien, retomará las procesiones en Semana Santa.
Estamos plenamente trabajando en el objetivo de llegar a una Semana Santa plena. Es el sueño de todos ya que dos años de parón es insufrible. Lo necesitamos los cofrades, el pueblo de Jerez y la ciudad misma.