A tres años de cumplir cuatro siglos de su fundación, la Hermandad de la Coronación espera expectante un Domingo de Ramos que se le ha negado durante dos años. La añeja cofradía de San Juan Bautista pone en la calle el singular sabor de una hermandad sabia en la que los hermanos que han pasado por ella a lo largo de la etapa de su reorganización la han convertido en un referente de excelencia cofrade en la ciudad.
La novedad más destacada, en cuanto a estrenos, es la restauración de la antigua y valiosa saya del siglo XVIII que ha sido intervenida en el IAPH, presentada recientemente y que los expertos, que han trabajado en su recuperación, la consideran como la más antigua que aún sigue saliendo en procesión en la vestimenta de la Virgen.
La hermandad no ha previsto para este año ningún cambio en horario e itinerario para el Domingo de Ramos y en lo musical vuelven con las cornetas y tambores de la Vera Cruz, de los Palacios, y tras el palio de La Paz y Aflicción sigue la banda Virgen de Palomares, de Trebujena.
Tampoco hay cambios en los llamadores: Tomás Sampalo, en el misterio, e Isaac Nuñez en el paso de palio. Los momentos más interesantes para ver a la cofradía se sitúan en la ida a la Carrera Oficial cuando entra en el barrio de San Pedro, desde Gaspar Fernández hasta la calle Antona de Dios.
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