El Jerez Cofrade se despereza de una aciaga noche, entre sobresaltos, quedó atrás, desazonadamente la tristeza de lo que no fue ayer ni antes de ayer. Ahora comienza a amanecer una nueva y esperanzada Semana Santa en la que la intensa noche de la Cuaresma, nos trae nuevos aires, remembranzas de lo que no fue y será. De un resquicio de la memoria, como la ilusión de una mañana de Reyes, Jerez se impacienta. Atrás, en la vigilia, la oquedad y el animó, que con empeño se aferra en seguir adelante. Cultos y Quinarios fueron uno tras otro agotándola, ya están prestos los altares itinerantes, efímeros y eternos en la memoria.
"Ahora comienza a amanecer una nueva y esperanzada Semana Santa"
Carteles, conciertos y pregones nos fueron anunciando que el alma cofrade esta siempre dispuesta. Túnicas y molías renacidas, horarios e itinerarios que vamos manoseando, Ya se nos anuncia cual intensa será la jornada, ya nos viene la Pasión, Muerte y Resurrección tan anhelada. La amanecida del cofrade va avanzando, paso a paso, sin pausa, y nos sorprende aun en reposo. Con los primeros rayos y en la amanecida, dos hermandades emprenden su recorrido penitencial. Por vez primera, con júbilo contenido y denodados esfuerzos, la Pasión Entregada viene de Guadalcacin a San Juan de Letrán, mientras, como presagio de la Muerte, avanza La Mortaja.
Llega la mañana, de verde oliva y rubia palma, y con ella, estrenos, “quien no estrena se le cortan las manos”. Como los de la imaginería secundaria de los pasos de Cristo Rey, ya renovada, del Señor de Pasión, que luce completa y del Perdón, con la conversión del Buen Ladrón, Gimas y Gestas le acompañan. La Estrella pasa sublime con su coronación canónica anunciada, por la Merced la Reina trae la Saya de Perlas y en la Albarizuela, saya dieciochesca remozada para la Paz, paz ahora tan anhelada y con tanta Mayor Aflicción, inundando de fulgor Bizcocheros. Al humilladero de las Angustias arriarán Siete Cuchillos y de nuevo la calle, sus encuentros y rincones, para vivir por fin la Semana Santa verdaderamente.
Han pasado unos instantes en la mañana, casi mediodía. Viene el Cristo de la Sed con el tallado del frontal terminado, como también lo estará el canasto, ya refulgente, del Señor de la Paz de Fátima que luce túnica bordada ante una nueva talla de Caifás. Orfebrerías restauradas en la Plata, y en la Sagrada Cena, nuevo libro de reglas del jerezano Toni García Falla. Habrá que acompañar a Amor y Sacrificio por calles inusitadas como Cazón y Sol, y para culminar, el deleite entre el fulgor del Reducto Catedral, del Gótico Doliente.
"Defensión nos regala su serena inspiración capuchina"
Ya es mediodía, siete son las citas. Bondad y Misericordia, se echará a las espaldas San Juan Grande y lo traerá consigo a la Catedral por primera vez, como también la Salvación, anhelo cumplido del Perpetuo Socorro. Vuelve el Señor de la Salud de san Rafael a recorrer las calles de Jerez tras el tría crucis, envuelto en su gente. Getsemaní se llenará de palmeras por Cristina, nuevas túnicas de los de San Benito. A todo esto, el paso de Jesús Cautivo sigue floreciendo, se abren repujados sus respiraderos y la Defensión nos regala su serena inspiración capuchina, en O de Oro puñal enclavado que estrena una Virgen Niña a los pies de su palio. Y al culmen, Desconsuelo que llevará por techo de palio, el azul liso como el cielo jerezano al estar restaurandose los bordados de Juan Manuel.
Llega la media Tarde. De la Granja el Soberano traer nueva túnica bordada y relucientes potencias de su Poder. Por la Parroquia de las Viñas, viene la Hermandad del Consuelo, la del Pelirón, donde ya puso su primera piedra, estrena caídas y techo de palio y en el paso del Señor del Amparo, la talla del respiradero trasero. Nuevas ropajes en el Misterio de Santa Marta. El altar andante del Señor de las Tres Caídas aparece de entre las constreñidas puertas de San Lucas y al fondo reluce el restaurada la corona de Los Dolores. La Amargura alarga la tarde, el misterio va abriéndose paso con nuevos dorados. Lucen renovados, los bordados del Desamparo y entrecanos, sus varales y candelabros.
Cae la tarde y en el cielo, a porfía, el sol no acaba de marcharse y luna de Nissán se abre hueco. Decimonónico palio de santa María de las Lágrimas estrena los bordados de sus faldones. El Señor de la Redención nos viene con otras hechuras, que Juan Ventura suavizó en su rostro. La Oración Dominica por nueva bandera, va por Bizcocheros Caracuel, Egudiel y Gabriel, ángeles confortadores, lucen remozados. El misterio de la Lanzada va cuajando nuevos medallones en plata en el canasto repujado. Humildad y Paciencia, recientemente restaurado, forma parte por primera vez del día del Amor Fraterno. La del Mayor Dolor va de regreso atisbando nuevos aires para su paso de misterio.
"La Madrugada aguarda la primera entrada de La Misión"
El diario de itinerarios esta tan manoseado, que nos sorprende el Santo Crucifijo por Tornería y sin descanso, Jesús avanza en pureza por Cristina con el frontal del canasto restaurado. Ya viene Cinco Llagas por Bizcocheros y Caracuel. María Santísima del Dulce Nombre enriquece su palio, en orfebrerías y caídas. El señor de la Sentencia lucirá su nueva túnica bordada en la Plazuela y su hermandad, nuevo estandarte. Al cabo, aguarda su primera entrada en carrera oficial la Misión, que continua con los tallados del paso en el frontal y candelabros.
El día se nos acaba, ya exhaustos, la Piedad abre las puertas que antes cerraba y nos presenta restaurada la magnífica urna que cobija al señor Yaciente. La Casa de Loreto se ve plasmada en su nuevo paso rococó y Concepción Coronada le sigue con nuevos bordados de sus bambalinas delantera y trasera. El manto de la Soledad luce renacido de las manos de Jesús Rosado. El Cristo llega al centro por Consistorio a Tornería envolviendo el aire de centenarias marchas German Álvarez Beigbeder. Ya la noche cerrada nos envuelve de ensoñaciones de aquellas noches de otros tiempos. A la hora ninguna, todo esta consumado. El Jerez cofrade regresa extenuado y entre marchas y evocaciones, se adormece. Nos vendrá un nuevo día y con ella, esperanzada, la Pascua de Resurrección, que a la tarde sale el Resucitado.
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