La hermandad más antigua de Jerez creada para salir en Semana Santa, abrirá el Jueves Santo con el sello que le obliga esa antigüedad y tradición cofrade en la ciudad. Desde San Juan de los Caballeros, la cofradía es una simbiosis entre el Jerez añejo y un elegante y rancio sabor cofrade.
Este año la hermandad estrena el bordado completo de los faldones, obra de Fernando Calderón, que viene a completar el singular paso de Las Lágrimas cuyas hechuras mantienen la austeridad de los pasos de palio de cajón con unos bordados inspirados en el manto de salida de la Virgen, una pieza del siglo XVIII que se restauró y se adaptó para que tuviera las medidas propias para la salida.
Del mismo modo, en el techo de palio se recrea ese diseño pero con el escudo de Carlos V en el centro del conjunto en recuerdo del emperador que reinaba en España en la época que se fundó la hermandad. El único cambio en el itinerario es que de recogida la hermandad estrenará el paso por la calle Santa Cruz, la nueva que se ha abierto por la parte trasera del templo, dentro del san de reurbanizado de la zona.
Francisco Javier Pérez ese capataz del misterio, labor en la que se estrena en la hermandad y su primera vez como capataz titular de un paso. En el palio mandará Jesus Sánchez Linero.
Es una hermandad del tres pasos el primero es el de la Santa Cruz que porta la reliquia del Lignum Crucis, unas andas cargadas a hombro con el acompañamiento de la capilla musical Vía Sacra. Hasta 2019 llevaba música de ministriles, que ha sido cambiada por la de fagot, oboe y clarinete. También se produce ese cambio ante el misterio con la capilla Musical Sonos Angeli. Tras las Virgen de las Lágrimas, un año más sonará la música de la banda de Música Astigitana.