El hermano mayor de la hermandad de la Clemencia de Jerez, Damián López-Cepero, confirma que ha presentado la dimisión de su cargo, como se venía rumoreando desde anoche.
La decisión de la hermandad de salir con amenaza de lluvia y, posteriormente, regresar desde la Catedral a su parroquia sin cortejo, procesionando únicamente los titulares, fue muy criticada. López-Cepero, de hecho, cuenta en un comunicado que hasta recibió empujones e insultos, y que una de sus hijas sufrió un ataque de ansiedad por estos hechos.
El hermano mayor de la Clemencia, que este miércoles presentará su renuncia formal al cargo, se autoproclama como "único responsable de la decisión de salir a las calles de Jerez", por lo que pide "perdón por equivocarme en dicha acción".
"Los partes que barajamos nos daban una pequeña probabilidad entre las 18.00 y las 21.00 horas, estando el plan de emergencia de nuestra hermandad activado para hacer uso en caso de que fuera necesario", relata López-Cepero. "Una vez pasada esa hora desaparecía todo riesgo de lluvia hasta altas horas de la madrugada. No fue así y asumo mi responsabilidad, no debí poner en riesgo nuestro patrimonio general", insiste.
Estando en la Catedral, según el relato del hermano mayor, "nos informan que tendremos solo dos horas de tregua y que obligatoriamente hay que salir de la Catedral, instándonos a tomar un recorrido más largo para nosotros y que cada hermandad cogiese por un recorrido diferente y no entorpecerse".
"Todo eso, sumado a las palabras de Miguel Ángel Montero Jordi en la que se nos decía textualmente que no éramos bien recibidos en la Catedral, precipitó tener que tomar una decisión en la que teníamos ya menos de dos horas para preparar un cortejo de 260 nazarenos, bandas, monaguillos, costaleros, cambio de recorrido", relata Damián López-Cepero en su escrito.
"Una vez más, tuvimos que tomar la decisión de, al estar tan lejos y no poder dejar opción a volver otro día, minimizar lo máximo posible el cortejo de traslado a nuestra sede, siendo la manera más favorable el hacerlo prescindiendo de todo lo expuesto. El Martes Santo se había truncado, solo quería que nuestros titulares llegaran a su barrio y su parroquia y no poner en riesgo más todavía el patrimonio general, lo que incluye la salud de nuestros hermanos".
Una vez en la parroquia de San Benito, presentó su dimisión de forma verbal. "Han sido 25 años de servicio ininterrumpido en varias juntas de gobierno, 15 años de teniente hermano mayor y cinco de hermano mayor", recuerda. Por ello, pide respeto a su familia. "Hay límites que no se pueden dejar pasar", ya que dice haber recibido "insultos, amenazas y empujones por parte de miembros de nuestra agrupación musical, y hermanos de nuestra Hermandad que no entendían la decisión, incluso algunos habiendo ostentado el cargo de Hermano Mayor y juntas de gobierno anteriores".
"Pido respeto por mi familia, tengo dos hijas una de ellas adolescente, que sufrió una crisis de ansiedad al ver y escuchar los improperios y amenazas hacia mi persona. Las criticas a mi cargo, todas, las asumo, pero por favor piensen que detrás de un hermano mayor hay una persona y una familia, mujer y dos hijas", remata su comunicado.