Ana Victoria necesita un violonchelo para seguir dedicándose a la música. Esta joven de 29 años es de Jerez pero lleva un tiempo viviendo en Londres. Ligada al mundo de la música desde que tenía 9 años ha llegado a completar su Máster en la Royal Academy of Music, una de las más prestigiosas del mundo.
Esta experiencia le permitió tornar definitivamente su hobby en profesión. "Por primera vez pude notar la diferencia de tocar un instrumento de gran calidad y lo que puede llegar a hacer en un intérprete", cuenta. Durante dos años dispuso de un violonchelo cedido por el centro donde cursaba sus estudios pero al término de los mismos tuvo que desprenderse de él.
"Cuando tuve que volver al que tenía antes sentí que daba 100 pasos atrás, me sentí muy desanimada...", recuerda. Fue por ello que decidió ahorrar para comprarse un violonchelo de calidad que le permitiera tocar como lo había hecho mientras estudiaba. Sin embargo su entrada en la vida de trabajador supuso un duro golpe de realidad.
"Tenía que pagar el alquiler, hacer la compra para comer, afrontar otros gastos y, además, guardar algo de dinero. Era imposible", lamenta. Como apunta, la inflación se ha hecho sentir en Reino Unido como en todo el mundo (más aún en este país tras el Brexit) y con los precios subiendo sin parar los sueldos no les han seguido el ritmo. "Sigo cobrando lo mismo pero cada vez pago más por lo que necesito, es inviable ahorrar así, podría estar 30 años guardando dinero a este ritmo", cuenta apenada.
El violonchelo que desea adquirir fue fabricado en 1770 por el luthier inglés Richard Duke y está valorado en unos 43.000 euros. "Normalmente la gente se asombra e incluso no aprecian la diferencia que hay entre un buen instrumento y uno de 'segunda división', pero cuando estás dentro del mundillo y empiezas a tocar con músicos reconocidos se nota muchísimo, es como si Pavarotti cantara con autotune", remarca.
Actualmente Ana trabaja como profesora de violonchelo en Londres, un trabajo que le gusta pero que no le permite ahorrar un penique. No obstante, tiene claro que "tengo un sueño y mis ganas de hacerlo realidad me impulsan a seguir buscando el instrumento que necesito para poder expresarme como sé que puedo hacerlo".
Ella se quedó prendada desde el primer momento "de su sonido, de su timbre meloso como el de un buen barítono o un tenor y de su tamaño que era ideal para mí", de hecho, reconoce que "pedí que me lo dejaran probar y estuve horas tocándolo, se me saltaban las lágrimas con cada nota". Así que entendió que "no podía dejarlo allí".
Ofrecerá un concierto benéfico y tocará en Jerez
No obstante, admite que "la realidad económica que tengo es la que es", por lo que tuvo que plantearse una alternativa para sufragar esta importante inversión y se le ocurrió la idea de hacer un micromecenazgo a través de la web Gofoundme para recaudar la mitad de su coste total. "He visto que a muchas personas les ha funcionado así que, ¿por qué no me iba a funcionar a mí?", dice.
En tan solo dos días ya ha conseguido acumular más de 1.100 euros, un avance que agradece de corazón si bien es consciente de que aún queda camino por delante. "Confío en la generosidad de la gente. De momento la respuesta es buena pero necesito que todos se vuelquen, por pequeña que sea la aportación, con esta propuesta", agrega la música jerezana.
Si consiguen llegar a la meta Ana se ha comprometido a hacer algo muy especial, ya que ofrecerá un concierto benéfico a favor de una ONG o de cualquier fundación sin ánimo de lucro a modo de agradecimiento a todos los donantes.
El nombre y todo lo relativo a este concierto sería desvelado una vez se alcance la cifra para poder costearse el violonchelo, algo que espera que llegue "más pronto que tarde".
Por supuesto, no se olvida de la tierra que le vio nacer y asegura que, una vez disponga de su anhelado instrumento, regresará a Jerez "para que me oigan tocar en mi casa, en un lugar lleno de personas generosas y de solera".
Para ello antes debe completarse la recaudación. Ana Victoria está "entusiasmada" con la respuesta inicial de la ciudadanía tanto en materia de donaciones como en el boca a boca, algo tan importante para que se pueda conocer su propósito. Ahora solo queda mantener el ritmo para dotar a una gran promesa de la música clásica de un instrumento adecuado para demostrar su verdadero potencial.
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