Schulten se fijó en ella como parte del mítico Reino de Tartessos. Hoy, tras sólo haber efectuado breves e intermitentes trabajos en la zona, como las excavaciones de Manuel Esteve en los 40 y 50 del pasado siglo, todo está por descubrir.
"Los indígenas, conocedores de la naturaleza de la región y sabiendo que los esteros pueden servir para lo mismo que los ríos, han construido sus poblados y ciudades sobre aquellos, tal y como hacen en las riberas de los ríos. Así fueron levantadas Asta, Nabrissa, Onoba, Ossonoba, Mainoba y otras más".
Estrabón (Geografía, III, 2,5)
A poco más de 11 kilómetros al noroeste de Jerez, en la pedanía de Mesas de Asta, donde hoy viven tan sólo unas 500 personas, se encuentra la antigua ciudad de Asta Regia, declarada Bien de Interés Cultural en el año 2000. Sus restos, bajo un enorme pastizal de propiedad privada, continúan a la espera de proyecto y financiación por parte de las administraciones pertinentes para ser excavada. Inmersa en numerosos debates historiográficos, este olvidado emplazamiento reaparece con cierta frecuencia en los medios a modo de denuncia por parte de arqueólogos e historiadores. Pese a mantenerse en el candelero, las promesas políticas de la búsqueda de una solución para el yacimiento sigue sin llegar.
Desconocemos hasta qué punto un proyecto arqueológico en Mesas de Asta podría contribuir a destapar muchas de las incógnitas sobre el poblamiento en esta zona y en el Bajo Guadalquivir desde época tartésica hasta época romana. Pero, a la luz de lo poco que conocemos, podemos atrevernos a asegurar que no sería cosa menor. Y es que, a pesar del olvido institucional de Asta Regia, el resultado de algunas de las pocas intervenciones en este emplazamiento, como constituyen las prospecciones superficiales realizadas en 1992 en su necrópolis, nos dan fe de su notable importancia. Este hallazgo fortuito hace poco más de dos décadas fue consecuencia del arado agrícola de la zona oeste de Asta Regia —Cañada del Catalán— que produjo el descubrimiento de numerosas tumbas —se llegaron a contabilizar en la zona más de 2.000— gravemente dañadas. Pese a la desafortunada situación estas catas rápidas dieron como resultado una valiosa información en el ámbito de la arqueología de la muerte en este periodo de la protohistoria de Andalucía Occidental: la existencia palpable de enterramientos turdetanos.
“Y dentro del estuario del Baetis los “oppida” de Nabrissa, cognominada Veneria, y Colobana; la colonia de Hasta a la que llaman Regia...”
Plinio El Viejo (Historia Natural, III, 11).
El epíteto latino de ‘Regia’ ya nos indica que la ciudad de Hasta fue un centro prerromano de primer orden. La ciudad tuvo una notable influencia en época turdetana sobre las poblaciones de su entorno ofreciendo a su vez una gran resistencia a la conquista romana, tal y como atestiguan las fuentes escritas y epigráficas —del Bronce de Lascuta hablaremos en una próxima edición—. Su posterior configuración y fundación como colonia romana vino de la mano de César.
Aunque de Asta Regia hablaran numerosos autores clásicos como Estrabón, Pompolio Mela o Plinio, lo cierto es que la ciudad es hoy, nunca mejor dicho, pasto del olvido. El interés moderno por Asta surgió en pleno Siglo de Oro, cuando autores como Martín de Roa y Fray Esteban Rallón la citaron en sus obras. Este último, en su Historia de la Ciudad de Xerez de la Frontera y de los reyes que la dominaron desde su primera fundación, la sitúa en “el despoblado de Mesas de Asta” y la identifica míticamente con la historia fundacional de Jerez.
“Los griegos que vinieron con Dionisio, fueron fundadores de esta ciudad; no sé si fue feliz anuncio de su dicha; pues hoy goza más gloriosamente el patrocinio de otro más prodigioso Dionisio, que la ampara y favorece, dando entendimiento a las manos de sus ciudadanos nuestro glorioso patrono San Dionisio [...] La entrada de Dionisio Baco fue el año 1339 antes de el nacimiento de Cristo y fue el primero de su reinado [...] Entró Dionisio en España, y fue el año 1325, en el cual, poco más o menos, tuvo principio nuestra ciudad de Asta, cuya historia tomará desde aquí método y procederá por los príncipes y señores que la han dominado y poseído, para que gobernada por la cuenta de sus años, se sepa más distintamente el tiempo de los sucesores de ella, y de Xerez su sucesora”.
Fray Esteban Rallón en Historia de la Ciudad de Xerez de la Frontera.
Mientras, otros autores algo posteriores, como Francisco de Mesa o Bartolomé Gutiérrez dudan e intentan unir la mención de Asta Regia en los textos clásicos con el actual emplazamiento de la ciudad de Jerez. Fue Fray Enriquez Flórez quien identificó definitivamente a Mesas de Asta con Asta Regia, una relación que ya no sería puesta en duda en época decimonónica siendo parte de la obra de numerosos cronistas e historiadores locales.
En los albores del siglo XX el arqueólogo alemán Adolf Schulten, obsesionado con el descubrimiento de la legendaria Tartessos, se fijó en Asta Regia y su entorno. Su trabajo tuvo lugar en la década de los años 20. Dos décadas más tarde, el insigne jerezano Manuel Esteve Guerrero movió cielo y tierra para excavar Mesas de Asta y aportar la mayor parte de lo que conocemos sobre Asta Regia. Sus excavaciones, que tuvieron lugar en cuatro fases, se sucedieron entre 1942 y 1956. Una última, entre 1957 y 1958, no se pudo realizar por falta de presupuesto.
“Asta, donde los gaditanos suelen reunirse a menudo… no está a mucho más de cien estadios del arsenal de la isla".Estrabón (III, 2, 2)
El terreno sobre el que se asienta Asta Regia tiene una longitud de 42 hectáreas según el propio Esteve. Su entorno paisajístico en la Antigüedad presenta grandes diferencias con el actual. A orillas del Lago Ligustino (Lacus Ligustinus), con acceso directo al Atlántico y en una zona marcada irremediablemente por el río Guadalquivir al norte y el río Guadalete al sur, Asta Regia ostenta una excepcional configuración geográfica. Esta singularidad junto al amplio número de referencias entre los autores clásicos y los resultados de las breves prospecciones arqueológicas son los puntos sobre los que se hizo —y se hace— hincapié para creer que hablar de Asta Regia es hablar sobre uno de los núcleos urbanos más importantes de época tartésica, fenicia, turdetana y romana en Andalucía Occidental. Sobre las fuentes clásicas que la citan, su relato histórico y sus hallazgos arqueológicos entraremos en detalle en una próxima edición de Crónicas con Solera.
Bibliografía
V.V.A.A. Caro, Diego (Coord). (1999). Historia de Jerez de la Frontera. Tomo I. De los Orígenes a la época medieval. Diputación de Cádiz.
Montero Vítores J. (1998). La colonización romana en Hasta Regia en época de César. Almería: Anuario de Investigaciones Hespérides, V, pp. 43-52.
Vega Geán, E. J. & García Romero, A. (28/04/2009). La historiografía sobre Asta Regia. Diario de Jerez.
Montero Vítores, J. (2011). Asta Regia. Desarrollo y caída de un reino turdetano. Centro de Estudios Históricos Jerezanos.
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