La Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía ha aprobado, mediante una orden, una subvención excepcional de 150.000 euros al monasterio de Santa María del Arrabal de Cádiz para su rehabilitación. La ayuda se destinará a la reparación de cubiertas y paramentos del convento, que pertenece a la orden de las concepcionistas franciscanas y es hogar de estas religiosas. La actuación permitirá impermeabilizar el edificio y solucionar los problemas de goteras y humedades que viene sufriendo.
La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha asegurado que "con esta subvención damos respuesta al compromiso con el patrimonio histórico de Cádiz" y ha recordado que "esa es una de las consignas de este gobierno, que apuesta por la preservación de los espacios históricos y culturales".
El montante va dirigido a la rehabilitación de este bien patrimonial, que está a punto de cumplir 500 años. Dentro de las obras que se van a acometer está la mejora de la torre campanario de la iglesia, una pieza fundamental del conjunto. Se halla justo en la vertical de la entrada al templo y actualmente está rodeada de una malla de protección, puesto que necesita una reparación urgente.
El monasterio, que fue fundado en 1527, se encuentra ubicado en el barrio de Santa María, del que toma su nombre. Desde el principio lo habita esta orden, una de las más antiguas de la ciudad y con un fuerte arraigo. El mal estado de conservación obligó a las religiosas a abandonar en 2006 la que había sido su casa durante cinco siglos, hasta que se habilitaron unas estancias seguras para el regreso en 2022. Desde entonces, la comunidad religiosa, con el apoyo de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María, ha ido realizando labores de mantenimiento.
Las hermanas concepcionistas tienen abierto al público el edificio y organizan visitas guiadas, previa reserva, con las que recaudan fondos para continuar con la rehabilitación. Entre los atractivos de interés que alberga está el claustro, diseñado por Gabriel del Valle a mediados del siglo XIII, y el Opus Sectile, una sección de pavimento romano datado entre los siglos II y III después de Cristo, que apareció en una de las intervenciones y que actualmente está expuesto. También conserva las huellas de la historia con testigos de hechos históricos en su estructura, como el ataque holandés de 1596 o el terremoto de Lisboa de 1755 que sacudió la ciudad.