Hace dos años, en plena pandemia, Patri Manes decidió abandonar Madrid y buscar nuevos retos en una ciudad que estuviera estrechamente ligada con el flamenco. Así fue como llegó a Jerez.
Esta bailaora de origen brasileño llevaba 15 años actuando en los mejores tablaos de la capital y se llevó una sorpresa a su llegada a la ciudad gaditana. "Jerez tiene mucha tradición tanto de baile como de cante flamenco, pero en comparación, se mima mucho más al segundo", asegura.
No solo era el estado desolador de los locales debido a las restricciones, sino también "estos lugares eran más informales, más sitios de reunión para amigos que tablaos de verdad donde pudieran acudir grandes artistas. Yo venía de actuar en los grandes escenarios de Madrid, era bailaora profesional y buscaba algo más grande, con mayor peso".
Así, hace un año decidió liarse la manta a la cabeza y sacó adelante el proyecto de este tablao. Lo hizo en una pequeña taberna situada cerca de la plaza de Las Angustias. "Debido a la situación que atravesábamos el dueño estaba mano sobre mano y yo le ofrecí unirnos para montar algo chulo y que pudiera gustar en la ciudad. Él me dijo que sí desde el primer momento y empezamos a organizarlo todo".
De esta forma nació el tablao La Bailaora, que buscaba impulsar el baile flamenco en la ciudad. "Aquí hay muchísimo arte y hay que hacerlo ver. Mi intención era ofrecer un espectáculo inspirado en lo que había vivido en los grandes tablaos de Madrid a la vez que dábamos a conocer a los grandes bailaores de Jerez y de la provincia", cuenta.
Junto a Carlos Cabra, su pareja sentimental y colaborador, el tablao comenzó a funcionar, atrayendo público tanto local como extranjero y contando con muchos artistas más y menos conocidos. Este mes de septiembre cumplen su primer año de vida en el que han conseguido despegar y hacerse un hueco en el panorama cultural de la ciudad.
Cuando la taberna en la que habían empezado decidió no seguir en el proyecto tuvieron que buscar un nuevo espacio para reubicarse y entonces contactaron con Mario González, el dueño de la Guarida del Ángel.
"Cuando nos enseñó el local nos quedamos prendados. Era el sitio perfecto para seguir con el proyecto", explica la bailaora. Hace apenas dos meses se trasladaron a este espacio cultural tan conocido en Jerez y ya con todo preparado solo queda "esperar la respuesta del público".
Porque, como reconoce, "ahora mismo esto es realizar un salto al vacío. Después de todo lo que ha pasado el mundo ha cambiado y no tenemos referencias del pasado. Poco a poco vamos dándonos a conocer, el boca a boca está funcionando y a la gente le está gustando lo que hacemos, pero hay que esperar un poco para ver si realmente esto va a salir bien".
Desde luego ganas e ilusión no les faltan. "Nosotros miramos cada detalle y tratamos de hacer sentir a los visitantes como en su casa", señala. Además, el local acompaña, ya que tras 33 años acogiendo todo tipo de eventos, actividades y celebraciones, la Guarida del Ángel es un espacio de culto dentro de Jerez.
Se trata de una casa palacio del siglo XVII que aún conserva esos arcos altísimos que le dan un toque único. "Es un espacio coqueto, ni muy grande ni muy pequeño. El público que viene puede estar cerca del escenario y sumergirse en la experiencia sin estar demasiado juntos", dice.
En palabras de Mario González, "la polivalencia de la guarida es lo que la ha mantenido viva todo este tiempo y ha permitido dar impulso a grandes propuestas como la del Tablao La Bailaora".
El empresario jerezano se muestra muy satisfecho con el recibimiento que han tenido Patri y Carlos por parte de su parroquia y les augura un gran futuro. "No dejan nada a la improvisación, lo hacen todo con mucho cariño y al público les encanta porque muchos de ellos repiten", cuenta.
El Tablao La Bailaora ofrece espectáculos de baile los jueves, viernes, sábados y domingos. Como dato a resaltar, se intenta dar preferencia a las mujeres artistas, ya que "tenemos un compromiso con las mujeres para ponerlas en valor".
Además de ensalzar el baile flamenco de Jerez y alrededores, también ofrecen una pequeña carta de tapas, montaditos y vinos de la zona. A través de su página web se pueden consultar todas las dudas sobre los horarios, precios y artistas invitados.
De cara al futuro, Patri Manes no quiere aventurar nada. "Solo queremos seguir existiendo. Estamos funcionando, por lo menos podemos actuar", dice. En cualquier caso, la propuesta de esta bailaora profesional ha sido muy bien recibida en Jerez.
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