Antidisturbios es una serie de televisión dirigida por Rodrigo Sorogoyen y Borja Soler y co-escrita por Isabel Peña y el propio Sorogoyen para Movistar+. La solvencia de este tándem para crear historias llenas de tensión, psicológica y física, ha quedado demostrada en películas como Que Dios nos perdone (2016), El reino (2018) o Madre (2019).
En una entrevista los co-guionistas afirman que se dedican a escribir y dirigir películas con el objetivo de entenderse a sí mismos y a la sociedad mejor. Esto es una obviedad, pero no está de más recordarlo. El cine trata de conmovernos y de enfrentarnos a nuestra realidad. La televisión además tiene como vocación el entretenimiento. La combinación de estos dos objetivos se ve cumplida en esta serie.
Antidisturbios nos propone de nuevo un viejo dilema que ya ocupó a la democracia ateniense: quién controla a los que nos controlan, quién nos protege de nuestros protectores. El cine negro, esa conciencia de la sociedad capitalista y sus desmanes, visita con frecuencia el tema. Serpico (1974) o L.A. Confidential (1997) son buenos ejemplos de cómo los agentes del orden a veces caminan más allá de la borrosa línea que delimita la ley. Series míticas de televisión como Hill Street Blues, The Wire o últimamente Los bastardos de Pizzofalcone bucean en el lado oscuro de las fuerzas de la ley.
Antidusturbios nos introduce en el día a día de unos agentes de policía encargados de trabajar en escenarios de violencia o gran agresividad física. Peña y Sorogoyen presentan de manera honesta, tremendamente realista, las situaciones disruptivas que se dan en el seno de este grupo, no siempre entendido, aceptado por algunos como una fuerza necesaria, mirado con desconfianza por otros como una herramienta coercitiva del poder. Tienen el encargo de servir y proteger a los ciudadanos pero están sujetos igualmente a las tensiones, debilidades y conflictos de cualquiera de esos ciudadanos. Los guionistas se han esforzado en presentarnos a López, Úbeda, Osorio y compañía como personas reales, con una vida sacudida por los mismos dramas y alegrías que cualquier vecino.
Sus vicisitudes vitales son solo uno de los temas propuestos en Antidisturbios. El conflicto entre libertad individual y seguridad colectiva, la lealtad al grupo, la prevaricación de ciertos estamentos oficiales, la connivencia entre las finanzas y el poder político, la vulnerabilidad de algunos colectivos ante los abusos, la vivienda como negocio y no como un derecho…, en definitiva los peligros que van royendo los flancos de la democracia, son algunos de los asuntos que la serie trata. Como espectadores se nos enfrenta a la normalización de la corrupción aunque también a los héroes que, con sus propias debilidades, la combaten.
Sorogoyen, Peña y Soler, se valen de unos actores realmente efectivos y veraces. Todos están muy creíbles y resuelven con aplomo unos papeles físicamente exigentes, en el borde a veces de la sobreactuación y otras de la mayor contención. El director parece dejarlos libres para improvisar algunas escenas corales, sin diálogo escrito detrás, llenas de gestos, palabras, insultos, bravuconadas o insinuaciones muy expresivas. Raúl Arévalo (La isla mínima) o Roberto Álamo (Que Dios nos perdone) ya habían sido premiados por algunos de sus trabajos anteriores; el resto del reparto está a su altura. Es el personaje de la inspectora de Asuntos Internos Laia, interpretado por Vicky Luengo, el que tiene un mayor protagonismo en la narración y lo hace con sorprendente solvencia y naturalidad.
La puesta en escena es sobria, no abusa de efectos o angulaciones sorprendentes. Sorogoyen sí se permite poner la cámara muy cerca de los rostros tensos, hasta el punto de deformar la perspectiva, añadiendo agudeza al estudio emocional de sus gestos. No hay escapatoria a la descarga de adrenalina. Eso unido a un montaje muy dinámico, especialmente en las escenas de acción (el primer episodio es magistral) le da a Antidisturbios un potencial expresivo enorme.
Las series de televisión han evolucionado desde los viejos seriales que se mantenían años en pantalla hasta convertirse en algo más cercano, si no equivalente, al cine: una historia que se sostiene como un todo, una novela, o una película. La serie creada por David Simon, The Wire, puede ser el referente más cercano de Antidisturbios. Ambas lidian con unos personajes ambiguos, con muchas esquinas, imbricados en una realidad político-social igualmente ambivalente. No son héroes ni villanos, o quizás son ambas cosas a la vez.
Es prácticamente imposible ir al cine en estos tiempos. Esperemos que la pandemia no sea la puntilla que acabe de cerrar las salas. Mientras tanto series como Antidisturbios hacen más llevadero este ayuno cinematográfico.
Ficha técnica:
Antidisturbios (Serie de televisión). España, 2020. 1ª temporada (6 episodios). Dirección: Rodrigo Sorogoyen, Borja Soler. Creadores guionistas: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen. Fotografía: Álex de Pablo, Diego Cabezas. Música: Olivier Arson. Producción: Caballo Films, The Lab Cinema para Movistar+. Intérpretes: Vicky Luengo, Raúl Arévalo, Hovik Keuchkerian, Álex García, Roberto Álamo, Raúl Prieto, Patrick Criado, Tomás del Estal, David Lorente, Mónica López…