Las cenizas de Antonio Gala ya reposan en el jardín de su fundación en Córdoba, después de que cientos y cientos de cordobeses y admiradores hayan pasado hasta la tarde de este pasado lunes por la capilla ardiente del escritor y poeta.
Los restos mortales de Gala, natural de Ciudad Real pero andaluz de adopción, han sido despedidos con actuaciones musicales, lectura de poemas y sentidos discursos en nombre de su familia y de la fundación que impulsó para promocionar a jóvenes creadores.
El féretro del hijo adoptivo de Córdoba ha sido despedido entre aplausos, siendo portado por el rector de la Universidad de Córdoba (UCO), Manuel Torralbo; el presidente de la Fundación Savia y activista Paco Casero; el escritor, músico y jurista Antonio Manuel Rodríguez; el diputado nacional del PSOE por Córdoba, Antonio Hurtado, entre otros familiares y amigos.
El último adiós al dramaturgo, novelista, poeta y ensayista, fallecido este pasado domingo a los 92 años de edad, también ha recibido la visita de autoridades como los consejeros de la Junta Arturo Bernal, José Carlos Gómez Villamandos, y José Antonio Nieto —ex alcalde de Córdoba—, así como del propio alcalde cordobés, José María Bellido, y del presidente del Parlamento, Jesús Aguirre.
Un portavoz de la familia Gala, en declaraciones recogidas por Canal Sur, ha recordado que, como ocurre en otros casos, "se va la persona, pero se queda el escritor", Y ha anunciado que muy pronto verá la luz una parte de la obra inédita Antonio Gala.
Además, ha destacado la importancia de la Fundación creada por el fallecido autor, "que sigue viva y que seguirá acogiendo a jóvenes creadores de todo el mundo", como fue la voluntad de su creador.
Con su primera novela, El manuscrito carmesí (1990), Antonio Gala ganó el Premio Planeta. A ésta le siguieron La pasión turca (1994), Más allá del jardín (1995), La regla de tres (1996), Las afueras de Dios (1999), El imposible Olvido (2001) y Los invitados al jardín (2002).
Posteriormente, publicó El dueño de la herida (2003) y El pedestal de las estatuas (2007). Granada de los Nazaríes o Andaluz, ambos de 1994 y la publicación de recopilaciones como Córdoba de Gala (1993) son fruto de su interés por la cultura andalusí, de la que se sentía partícipe.
En su obra poética se encuentran libros publicados a una edad temprana, Enemigo íntimo, y otros mucho más cercanos en el tiempo: Poemas cordobeses (1994), El águila bicéfala: Textos de amor (1994), Poemas de amor (1997) y El poema de Tobías desangelado (2005).
Además del Premio Adonais, del Planeta y del Calderón de la Barca ha recibido, entre otros, los siguientes galardones: Premio Ciudad de Barcelona 1965; Premio Foro Teatral 1971; Premio Nacional de Literatura, Premio del Espectador y Premio de la Crítica de 1972; Premio Quijote de Oro 1972-73; Premio Antena de Oro y Premio Mayte de 1973; Premio Nacional de Guiones 1973 y Premio Medios Audiovisuales 1976.