Charlar y compartir ideas para servir de inspiración. Bajo esta premisa, acaba de germinar Semillero, un punto de encuentros informales entre profesionales de la cultura y personas interesadas en el arte o el emprendimiento. La iniciativa del Coworking Cultura y Empresa Cámara, ubicado en el Palacio de Borguetto de Jerez e impulsado por la Cámara de Comercio jerezana con la colaboración de la Fundación Incyde y la Diputación provincial de Cádiz, arrancará este jueves 28 de noviembre a las 20.00 horas.
Esta actividad, de acceso libre, permitirá conocer de cerca las historias y proyectos de la productora y guionista de animación jerezana Alicia Núñez (1982), y el productor portuense Sergio Ceballos, (1979). Ambos han tenido la habilidad de hacerse un hueco en el sector audiovisual y poder desarrollar el trabajo que aman.
Desde que salió a descubrir mundo con 18 años, Alicia ha vivido en cinco países distintos, ha fundado con otras compañeras la Asociación de Mujeres en la Industria de la Animación en España (MIA) y, a sus espaldas, acumula más de 25 proyectos de animación para compañías como BRB Internacional, Aardman Animations o BRB Internacional. Su cortometraje La primavera siempre vuelve, acumuló más de 80 selecciones en festivales de todo el mundo y fue nominado a Mejor Cortometraje de Animación en los Goya 2023.
Ahora, dirige el Departamento de Desarrollo de Ánima Estudios, es coproductora ejecutiva de Aztec Batman, de HBO Max, y está dirigiendo su segundo cortometraje de animación One–Way Cycle, una coproducción de Sardinha em Lata, Abano Produccions y la productora de animación Puerto Nú.
“Deberíamos terminarlo a principios del año que viene”, dice Alicia, que añade que cuentan con ayudas del portugués Instituto do Cinema e do Audiovisual (ICA) y que acaban de recibir el Premio Proyecto Corto Movistar Plus+, con la colaboración de Pecera Estudio y del Festival Internacional de Cine de Gijón.
Este nuevo proyecto se basa en la historia real de migración de Adela, la abuela de su marido, que emigró en 1929 de Asturias a La Habana y nunca volvió. “El primer corto estaba inspirado en mi infancia, en mi abuela, y pensé en dejarles a mis hijos también algo que pasó en su familia paterna”, comenta a lavozdelsur.es. Así que, se adentró en esta propuesta a la que bautiza con la palabra ciclo en su nombre porque “al final las migraciones están pasando todo el rato constantemente, es curioso como en el 29 España echaba a gente para América y para Cuba, como la tierra prometida. Y ahora la migración en Cuba es más de salida”.
Alicia se centra en esta mujer que decide ir a La Habana en busca de una vida mejor, como lo hizo su hermana. “Sin que ella lo supiera, estuve grabando a mi suegra, la hija de Adela, cuando me contaba sobre su mamá. En un momento me suelta: en invierno el prado estaba nevado y meter los pies en esa nieve le daba tremendo dolor de regla”, expresa.
La jerezana explica que en la pieza hay referencias al ciclo menstrual, al de la luna o las estaciones para armar la historia de esta mujer que quiso tomar las riendas de su vida. Como curiosidad, los fondos de arte están hechos a partir de texturas con sangre menstrual que utiliza para grabar live action en una pecera.
"En el corto se habla de menstruación con una historia de migración de fondo"
“Estoy buscando que sea algo objetivamente hermoso, aunque la objetividad sea subjetiva. Estoy intentando crear algo que sea lindo también a la vista, aunque estemos hablando de menstruación que obviamente es un tabú y lleva toda la vida estando estigmatizada”, sostiene Alicia, que invita al diálogo sobre este tema con una historia de migración de fondo.
La jerezana utilizará el estudio de grabación profesional que alberga este Coworking para grabar las voces de los personajes. A las palabras de su suegra se suman sonidos que reflejan los gestos de los personajes, como, por ejemplo, cuando una chica grita de dolor.
“Montar este tipo de proyectos es difícil, más si es animación, se tarda mucho tiempo, son caros. Pero creo que es bonito que las nuevas generaciones vean que sí se puede”, expresa Alicia.
En este encuentro de Semillero también participa Sergio Ceballos, portuense de 45 años que hace una década decidió dar un giro a su vida laboral. Aunque estudió arquitectura y ejerció en el sector, descubrió que su pasión era otra de la mano de un compañero aparejador con el que quedaba para hablar de cortometrajes. “El cine me ha gustado desde pequeño, mi tía me llevaba y me encantaba, y los dos empezamos a ver posibles guiones que teníamos y a hacer cortos sin presupuestos”, explica el portuense a este medio.
Algunas de sus propuestas funcionaron, tuvieron recorrido en festivales, y Sergio empezó a asomar la cabeza en el mundo audiovisual. “Como tenía el síndrome del impostor, me metí a estudiar un ciclo formativo de realización de audiovisuales”, confiesa. Ese mismo año, 2014, también creó el Festival Internacional de Cortometrajes Shorty Week en El Puerto, certamen que se trasladó a la capital y, después, volvió a su ciudad natal.
Para Sergio, todo fue “un proceso” y estuvo varios años compatibilizando proyectos de arquitectura con el audiovisual hasta que, en 2018, dejó el Colegio de arquitectos. Actualmente, es productor en Innova Films y uno de los socios de la compañía, donde lidera proyectos publicitarios, corporativos y videoclips. También trabaja en La Fonda Film Service, que ofrece servicios básicos de producción a productoras que necesiten apoyo local, como permisos de filmación o gestión de residuos durante el rodaje. Por ejemplo, para la serie documental de Netflix Chef’s Table, en un episodio dedicado al chef Ángel León, que se estrena esta semana.
"Soy muy feliz dedicándome a esto y soy plenamente consciente de la dificultad"
El trabajo de este portuense ha sido reconocido con premios en Fitur y el Festival Agripina, destacando su capacidad para desarrollar contenidos audiovisuales de gran impacto. “Soy muy feliz dedicándome a esto y soy plenamente consciente de la dificultad que tiene especialmente viviendo en la provincia de Cádiz. Esto mismo lo llevas a un Madrid o un Barcelona o a un Sevilla, no hace falta irse tan lejos, y es un poquito menos complicado”, reflexiona.
Sergio considera importante que los propios profesionales sea “embajadores” y transmitan esa parte didáctica sobre su trabajo al público. “Yo no consideraría que el audiovisual es una industria en Cádiz a día de hoy. Falta bastante, Estamos en proceso”, añade.
Por el momento, tanto él como Alicia, transmitirán ese cariño que ponen a sus proyectos a otras personas y, quién sabe, si les ayudará a despertar algo en su interior.
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