El Jerez andalusí (II)

Interior del Alcázar de Jerez.
Segunda parte del análisis del Jerez en tiempo almohade.

"La ciudad de Jerez es hija de Sevilla, y su río hijo del de esta. ¡Cómo se parece a Sa'dà en Arabia! Es una ciudad importante, con muchos zocos para su gente emprendedora, que es elegante en el vestir, lo que demuestra lujo y buenas maneras, no siendo raro ver en ella a amantes y enamorados. Entre sus dulces se encuentran los más populares, que son excelentes, y se le atribuye una de las mejores producciones de almojábanas, en las que destaca la calidad de su queso. De ahí que la gente de al-Andalus diga: desgraciado aquel que entre en Jerez y no pruebe las almojábanas".Al-Maqqari, Nafh, I: 184 (a través de un fragmento de al-Himyari)

 Tal y como expusimos en el primer capítulo del Jerez Andalusí, Saris -la actual Jerez- tomó el relevo de la capital de su cora, Sidueña, a partir del siglo IX y en detrimento también de la vecina localidad de Calsena, coincidiendo con la época de esplendor califal. Sin embargo, no sería hasta las segundas taifas -periodo de transición comprendido entre el fin de la dominación almorávide y el comienzo de la almohade- cuando nuestra ciudad destacaría como cuna intelectual, con una densa y valiosa producción poética y literaria. Uno de los motivos de esta realidad es que la ciudad de Saris fuera un bastión de oposición al poder almorávide -durante el reinado de Abu I-Gamr Ibn 'Azzun de la familia de los Banu Ganiya- y, en consecuencia, sumida al califa 'Abd al-Mu'min y beneficiada tras la venidera invasión almohade. Sea como fuera, lo que sí tenemos claro es que el periodo comprendido entre el siglo XII y XIII se constituiría como la edad dorada de las letras para la ciudad.A este respecto, una de las singularidades que aportan los sabios de Jerez al conjunto de la producción intelectual andalusí son, sin duda alguna, sus maqamas (o maqamat). A la maqama, género literario de origen árabe que cuenta habitualmente las aventuras de un personaje picaresco en prosa poética y que impulsa especialmente el poeta árabe al-Hariri de Basra, se le sumaría también una notable producción en torno a la gramática y la poesía.Fue la llegada de Abu I-Qasim 'Isa b. Ibrahim b. 'Abd Rabbin b. Yahwar al-Qaysi (conocido como Ibn Yahwar) de Talavera el hecho que marcaría el comienzo de la edad de oro de las letras para el Jerez andalusí. Este erudito -que había escuchado en Bagdad las maqamas de la boca del propio al-Hariri de Basra- inicia un periodo de estudio, difusión y transmisión de estas en Jerez a partir de comienzos del siglo XII.De los gramáticos, lexicógrafos y eruditos de la lengua figuran Ibn 'Abd al-Mu'min al-Sarisi, Abu Bakr Ibn Suyman al-Sarisi o Ibn Hubasa al-Sarisi, bastante conocidos en el mundo árabe de la época. Por otra parte, el alfaquí y muftí Ibn Husaysi al-Sarisi o los almocríes Ibn al-Gazzal al-Sarisi, Muhammad Ibn al-Fajjar al-Arkusi al-Sarisi, destacan en torno al derecho islámico (fiqh) y las disciplinas relacionadas con el saber religioso. 

¡Oh aquel que se entrega al mal camino

sin temer ni guardarse de la muerte!

Ha adoptado por dios la pasión

y no es sino a ella a quien se somete.

Los placeres los lleva hasta su extremo

y con ellos pasa la noche en su retiro.

Las canas son la señal y tú has ignorado su aviso;

la tumba te ha aleccionado, pero tú no escuchaste.

¡Retorna arrepentido a tu arrabal,

antes de que, igual que al loco, te sorprenda la demencia!

Abu Bakr Ibn al-Gazzal al-Sarisi

 Por otra parte, entre los poetas se encuentran las figuras de Yazid b. Asbat al-Majzumi, Asbat b. Yazid b. Asbat al-Majzumi o Abu I-Hakam Mundir al-Siduni en los siglos X y XII y las de Abu I-Hasan Ibn Lubbal, Abu Amr Ibn Giyat, Abu I-Abbas Ibn Sakil, Abu I-Abbas Ibn 'Abd al-Mu'min al-Sarisi o Abu Ishaq Ibrahim al-Bunasi al-Sarisi en los siglos XII y XIII, siendo este último periodo el de mayor importancia poética para la ciudad, ya que se caracteriza por una producción más densa y, al mismo tiempo, singular.A modo de conclusión, podríamos decir que si bien Jerez ya gozaba de producción intelectual en época califal, esta disminuiría en las primeras taifas y se incrementaría especialmente en el periodo de las taifas de transición. El punto álgido de la producción literaria de Saris llegaría a partir de la configuración de la cora de Jerez como reino de taifa -en clara oposición al poder almorávide- bajo el dominio de Abu I-Gamar Ibn Azzun (o Ibn Garrum) entre 1143 y 1145. Un caudillo local que consiguió extender sus dominios hasta parte de la actual sierra de Cádiz, incluyendo poblaciones importantes de la época como Arcos o Ronda. A partir de entonces y en adelante, con la dominación almohade de la península, el Jerez andalusí viviría su particular cénit intelectual hasta la conquista castellana. 

Todavía dura mi ausencia de vosotros,

ninguna consideración guardasteis a mi amor,

eso tiene la expatriación,

ser olvidado en la distancia.

 

No fue elección mía,

sino del firme decreto del destino,

que partí de mi país

para dar entre extranjeros.

Si los días me distraían,

ahogábame el llanto de las noches.

 

Nadie me responde,

cuando en la noche llamo,

sino lágrimas vertidas

y tormento de amor acentuado.

Abu Amr Muhammad b. 'Ubayd Allah ['Abd Allah] b- Giyat al-Yudami al-Sarisi en referencia a Jerez.

 BibliografíaBorrego Soto, Miguel Ángel. (2011). Gala del mundo y adorno de los almímbares. El esplendor literario del Jerez andalusí. EH Editores.Barea Rodríguez M.A. y Romero Bejarano, M. (Coords). (2014). 750 aniversario de la incorporación de Jerez a la Corona de Castilla: 1264-2014. Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez.Caro, Diego (Coord). (1999). Historia de Jerez de la Frontera. Tomo I. De los Orígenes a la época medieval. Diputación de Cádiz.Repetto Betes, Jose Luis. (1985). Historia de Jerez de la Frontera. Parte Segunda. Sheris Saduma, El Jerez Musulman (711-1264). Centro de Estudios Históricos Jerezanos.