¿Qué simboliza ‘¡Fandango!’?
Es un imaginario, pero es sobre todo una reflexión de David (Lagos) y mía sobre lo español, sobre la visión que tenemos sobre nosotros mismos, como sociedad, y la visión que pueden tener los extranjeros de nuestra gente. A partir de esta premisa hemos hecho un collage utilizando elementos como la gastronomía o características de nosotros como sociedad, resaltando los puntos de los que creemos que debemos sentirnos orgullosos. Una tierra de arte, de gente trabajadora, sacrificada, pero también con un carácter machista relevante y llamativo... hablamos de memoria histórica, de la tierra, hablamos del arroz, del sol… de un montonazo de conceptos que hemos agitado y sobre los que reflexionamos.
Y de todos los tópicos que inundan al flamenco, a los andaluces, a lo español, ¿cuál le gusta más y cuál no soporta?
A mí los tópicos me parecen siempre muy oportunos, muy estéticos para una sociedad, porque no dejan de ser una imagen exótica que tienen de nosotros y hay una parte de verdad en esa imagen. Quizás tenemos un marcado carácter folclórico o dramático, y eso nos representa, y nos sentimos orgullosísimos porque nos encanta esa sangre caliente. Eso me gusta mucho al relacionarlo con el arte o la fiesta, y de ahí también viene fandango, la palabra. No me gusta tanto cuando nos relacionan con la falta de responsabilidad, este tópico de la siesta y de que no trabajamos… pero al fin y al cabo los tópicos me parecen muy bellos.
A raíz de ‘Hodierno’, el último trabajo de David Lagos, montaron juntos su nuevo espectáculo. En ese disco está el llamado ‘Pregón del miedo’. ¿Tenemos más miedo que vergüenza?
Total (sonríe). Creo que sí, creo que el miedo se ha instaurado entre nosotros y, de una manera o de otra, siempre está como alrededor nuestra, y nos afecta. A mí personalmente me afecta. Y respecto a la unión, la ideóloga fue Daniela Lazary: ¿Y qué tal si con David…? A mí me parece un artista mayúsculo y una persona más mayúscula todavía, y entonces es una pasada.
Una nueva estrella en la danza flamenca
La compañía de David Coria (Sevilla, 1983) y la de David Lagos (Jerez, 1973) unen estética, ideas y fuerzas en ¡Fandango!, el aclamado espectáculo coproducido por el Chaillot de París que logró en la pasada Bienal de Sevilla los Giraldillos al Mejor Espectáculo, Cante y Guitarra de Acompañamiento (David y Alfredo Lagos) y Artista Revelación (Paula Comitre). Este martes se presenta en el 25 Festival de Jerez (20.30, Teatro Villamarta), donde uno y otro se sienten como en casa. El bailaor sevillano, formado con grandes maestros como Paco Fabra, José Granero, Aída Gómez y José Antonio, y después de más de veinte años de recorrido artístico formando parte de producciones de Estévez y Paños, Rafaela Carrasco o Rocío Molina, cumple siete años con su propia compañía y ya se ha convertido en toda una estrella de la danza flamenca del siglo XXI. Después de Espiral (2014), El encuentro (2019) y Anónimo (2020) ahora vuelve a poner de largo este nuevo espectáculo pergeñado codo con codo con David Lagos, una de las voces más especiales y personales del jondo contemporáneo. Sin olvidar que subirán al escenario respaldados por la guitarra de Alfredo Lagos y el baile de artistas efervescentes como Paula Comitre.
¿Cuándo dirán los flamencos, la gente de la danza, de la cultura ‘hasta aquí hemos llegado, basta’? ¿Está todo el mundo en plan ‘sálvase quien pueda’?
Ni idea. Son situaciones muy dramáticas las que se han vivido, las que se han puesto de manifiesto, con esta pandemia. Realmente, situaciones muy dramáticas, pero es que ni se conocen tanto, porque me imagino que también hay una parte de vergüenza y de querer ocultar, esa parte también de orgullo español, y da la sensación de que todo pasará y volveremos a las mismas. No tengo ni idea, me encantaría que esto pudiera cambiar de una vez por todas, que no solamente no necesitáramos siempre tanta ayuda del extranjero, que por supuesto es siempre bienvenida y es una bendición, sino también de nuestras propias administraciones.
Usted es también ‘hijo de los tablaos’, ¿cuando ve la situación que atraviesan qué le entra por el cuerpo?
Es desolador. Por mí, pero sobre todo por todas las generaciones que vienen, porque me parece que eran una escuela. No solamente a nivel económico, que también, sino por conformar una parte imprescindible dentro del entramado de nuestro arte. Son una parte imprescindible para el cante, para el toque y para el baile.
¿Cuál es el sitio más raro en el que ha bailado en esta pandemia?
Ja, ja…, en el salón de mi casa, tío, para una gala que hizo Antonio Canales. Mi casa tampoco daba para mucho, así que fue ahí… ya lo que me quedaba era el baño…
Ha pasado por el Ballet Nacional de España y por el Ballet Flamenco de Andalucía. ¿La oficialidad mata al arte o la estabilidad exige un peaje?
Creo que al arte no lo puede matar nada. Al arte lo mata la predisposición de la persona. Por esas instituciones han pasado nombres de los más relevantes que tenemos en la danza española y los nombres más relevantes que hemos tenido a lo largo de la historia, así que no, absolutamente no. Ahí se han roto reglas también y se ha transgredido. La gente que a lo mejor acaba matando su propio arte lo hubiese hecho fuera de esas instituciones igualmente.
¿De qué se queja?
La verdad que, ahora mismito, tal y como yo me siento, de lo único que me quejo es de no poder disfrutar de mi gente. Es de lo único que me quejo. No me gusta vivir esta situación, como a ninguno de nosotros, obviamente, no soy especial en eso, pero me está afectando mucho no poder estar en contacto con mi gente.
Una letra de un fandango que le emocione…
David (Lagos) me canta tres. Las tres letras que canta son tres letras alusivas al mundo machista que hay, y son las que se me vienen ahora a la mente. Si le quitamos del concepto de que se lo dice un hombre a una mujer, la de Ruina y no sé porqué / esta mujer va a buscarme / una ruina y no sé porqué / siendo yo macho y ella hembra / hembra me quiere volver / mala ruina le venga... Ya te digo, quitando el contexto de hombre y mujer, con la vida, con la situación actual que tenemos, me quedo con esa letra.
"Seguro que esto (la pandemia) nos va a cambiar. Quizás estábamos viviendo con los pies un poquito fuera de la tierra"
¿Vamos a salir mejores de la pandemia?
Yo te diría que, de momento, seguro que esto nos va a cambiar. De hecho, se han puesto de manifiesto muchas de nuestras debilidades, tanto como sociedad como también individualmente. Se ha puesto de manifiesto que estábamos viviendo con los pies, quizás, un poquito fuera de la tierra. Esto nos los asienta de nuevo y quizás ahora mismo no nos daremos cuenta, pero sí nos cambiará.
¿A qué le hace un replante?
¡Qué pregunta! (Ríe)… Quizás creo que el desplante, el replante y el encararse sería, sobre todo, a nuestros miedos. Creo que, personalmente, es a lo único a lo que se lo haría.
'Solos en Compañía': estreno de Juan Carlos Avecilla
"Hoy trato de encontrar el yo en el que convergen mis verdades, el espacio entre mis vértices. Hoy no soy bailaor, bailarín, flamenco o contemporáneo. Hoy soy íntegro, equilátero". El bailaor chiclanero Juan Carlos Avecilla presenta, a sus treinta años, su primer trabajo en solitario en el Festival de Jerez. Equilátero es el compendio de su trayectoria hasta ahora en el mundo de la danza y el baile flamenco, y podrá verse, también este martes 11 de mayo, a las 18.30 en la Sala Compañía, dentro del ciclo Solos en Compañía, dedicado a pequeños y medianos formatos, y a dar sitio a figuras emergentes en la danza española y el baile flamenco. La guitarra de Miguel Pérez, el cante de Manuel de la Nina, Ismael de la Rosa, Cristian de Moret, y la percusión de Carlos Merino completan el elenco.