La Compañía Shoji Kojima mostrará en LorcaxBach la conexión flamenca que existe entre ambos creadores mañana martes día 25 de febrero en el Teatro Villamarta, escenario principal del XXIV Festival de Jerez. “Una ofrenda sincera a dos artistas que han acompañado a Kojima”, según Francisco López, autor del libreto y dramaturgia de esta obra, a lo largo de su vida. El coreógrafo Javier Latorre dirige a un amplio elenco artístico que estrena un montaje basado en la interrelación existente entre dos artistas vinculados al bailaor japonés.
A este estreno en el Teatro Villamarta se suma el que protagonizará la bailaora malagueña Luisa Palicio en Sala Compañía, dentro del ciclo Con Nombre Propio. Tempus es el título de la nueva propuesta de Palicio, producida por la Fundación Cristina Heeren.
“Es un homenaje a los iconos culturales de Kojima”, dijo ante los medios de comunicación Javier Latorre, coreógrafo y director de este LorcaxBach. De este modo, se sigue la estela de anteriores propuestas que han tenido al longevo bailaor japonés, con 80 años, como protagonista, donde su vinculación con la cultura española —más allá del flamenco— le ha llevado a plasmar sobre el escenario textos de Alberti, Machado y piezas de Casals y Verdi, entre otros.
Para Latorre, este espectáculo viene a ser “una biografía onírica de Lorca con música de Bach” y está estructurado en tres partes. La primera de ellas (Las ciudades del alma) desarrolla dramatúrgicamente la interrelación de textos de Lorca con las ciudades esenciales en el devenir personal y artístico del poeta (Madrid, Nueva York, La Habana). Todo ello con la música de Bach como soporte para el baile.
Obra dancístico-musical
La segunda parte —que lleva por título Bach Flamenco— está concebida como una obra dancístico-musical. Articulada a la manera de las suites barrocas sobre temas con variaciones que permiten al flamenco, al clásico español y a la danza bolera mostrar su riqueza expresiva. Aquí, las partes habituales de este tipo de composición barroca tienen su correspondencia con una serie de ritmos flamencos, tales como la vidalita, la farruca o el zapateado.
Por último, la tercera parte (Arte y geometría del duende) se desarrolla a modo de epílogo-síntesis de los sentimientos extremos del encuentro entre Lorca y Bach. “Predomina la figura de Kojima por tarantos”, explicó Javier Latorre. Un número final conduce al espectador al inicio del espectáculo. “No contamos una historia. Nos sumergimos en los poemas de Lorca y la música de Bach y lo llevamos a nuestro terreno”, añadió el coreógrafo y director de esta propuesta. “Será una muestra variada de flamenco y danza, con un gran muestrario de palos flamencos y composiciones de Bach”, puntualizó.
“A Lorca le he dedicado años”, indicó Shoji Kojima, quien confesó que lleva más de medio siglo vinculado al flamenco. “Bailar me da la vida, el flamenco me hace vivir y me da fuerzas para hacer cosas, renovar y crear”, agregó.
El amplio equipo artístico de LorcaxBach, además de Shoji Kojima y Javier Latorre, cuenta en el baile con Ana Latorre, Carmen Coy, Christian Lozano, Daniel Ramos, José Maldonado, Karen Lugo, Víctor Martín y Vlada Vest. A ellos se suma el cante de El Londro y Mónica Navarro, la guitarra de Chicuelo que, junto con Marco Mezquida al piano también firma parte de la música, el violonchelo de Martín Meléndez y la percusión de Perico Navarro.
Aunque la mayor parte de la coreografía corresponde a Javier Latorre, José Maldonado participa en este proceso creativo en la caña y la farruca, al igual que Karen Lugo (caña y vidalita) y Shoji Kojima (taranto).
Un tiempo de emociones
“Cuando era niña, pensaba que mi padre, relojero de profesión, tenía el poder de acelerar o detener el tiempo”, afirmó Luisa Palicio, bailaora malagueña que estrena Tempus en la Sala Compañía dentro del ciclo Con Nombre Propio. Criada entre relojes, ha querido plasmar en este su espectáculo su reflexión sobre el tiempo, que “no es científica ni filosófica, sino emocional”.
En el equipo creativo de la obra, la tercera de su carrera tras Sevilla y Biznaga, cuenta con Alejandro Cruz, galardonado con un Premio Max, en la dirección artística y musical, y con el guitarrista Jesús Rodríguez en la composición, músicos que también estarán en escena. El elenco lo completan los cantaores Ana Gómez y Javier Rivera, el percusionista David Chupete y, con una colaboración especial, el bailaor Alejandro Rodríguez. Con esta producción de la Fundación Cristina Heeren, la bailaora quiere mostrar “a una Luisa Palicio diferente”.
Ha forjado su personalidad en la escuela sevillana del baile, haciendo de la bata de cola y el mantón sus señas de identidad. “No quiero separarme de esa parte tan mía, pero quiero dar espacio a conceptos coreógrafos que se salgan de lo habitual en mí”, precisó. Unas alegrías al revés, tanguillos, serranas y tarantos son algunos de los estilos que bailará la artista en el nuevo montaje. “Un recorrido por las emociones que nos proporciona el tiempo”, aseguró la bailaora. “Me gustaría que, al final del espectáculo, el público tuviera la sensación de que estamos hechos de tiempo”, indicó.