La bailaora Manuela Carrasco (Sevilla, 1954) acaba de recibir el I Premio Andaluz del Flamenco, que comparte con el cantaor jerezano David Lagos. Eva Yerbabuena la definió como “maestra de maestros, modelo de flamencura, espejo en el que mirarse para bailar e incluso para vestirse en el escenario”.
A Jerez llega con Aires de mujer, “un espectáculo puro flamenco como somos los gitanos, con arte y sensibilidad”. La bailaora, Premio Nacional de Danza en 2007 y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2018, presentará una obra con mayor presencia de mujeres, no por reivindicación, sino por necesidad de compartir con ellas e inspirarse de su cante sobre el escenario del Villamarta.
Enhorabuena por este nuevo reconocimiento, ¿siguen haciendo ilusión?
El de ayer era un premio deseado porque ha sido a mi trayectoria, y la verdad es que fue emotivo y bonito. Todo era elogio y la gente habló con el corazón.
Aires de mujer, ¿es una propuesta reivindicativa o es por la inspiración?
Yo siempre he llevado a hombres cantándome y bailando, quise dar un cambio porque hay mujeres que cantan muy bien y me gusta la belleza de la mujer. Lo hago porque lo siento, no por reivindicar ni porque me ayuden a los espectáculos. Yo tengo mi sello, y lo que se me viene a la cabeza, lo quiero hacer y lo hago. Me pago mis producciones porque voy a estar feliz y llevo artísticamente a gente que no se pueden aguantar. Sobretodo, admiro mucho a las personas que son artistas y compañeras y que somos todas una, eso es muy importante porque eso se refleja en el escenario.
Es más entonces por sentir esa conexión…
Sí, por sentirme a gusto y darle oportunidades a las mujeres también. Antes llevaba mujeres pero haciendo voces, nunca me han cantado a mí, ahora en esta ocasión sí me cantan. Anabel Valencia me canta seguiriyas, Samara Carrasco, mi hija, me hace el taranto y después hay una parte de la soleá que me lo hacen las tres mujeres. Esa parte es el final pero es apoteósico, sale el arte, la fuerza y la gitanería.
¿Hay algún palo que le haga mayor ilusión bailar en Jerez?
A mí me hace ilusión todo. Hago también un número de Lorca, yo sola en el escenario. Lo canta mi cuñada Susi, ya fallecida.
"No concibo a una bailaora que no salga vestida de bailaora"
Ella tenía una versión del Caballo blanco, que ya lo hizo Camarón pero yo creo que ella lo bordó y no sé qué decirte, si lo hizo mejor Camarón o lo hizo mejor ella, que ya es decir. Susi venía conmigo en este espectáculo, pero no me quería quedar con las ganas, así que estarán presentes su voz y sus fotos. Es impresionante, sale todo el mundo llorando.
“Hay que saber hacer flamenco y hacerlo con el corazón”, ha comentado en la rueda de prensa. ¿Piensa que últimamente se vende un poco de “gato por liebre” o se hacen cosas con la etiqueta del flamenco que no lo son?
No te voy a señalar a todos, pero hay gente que piensa más en el éxito que en lo que realmente es el flamenco. Yo no me engaño ni engaño a nadie. Yo hago flamenco, llevo 40 años luchando contra lo que hay.
¿Y qué lucha es esa?
Pues una lucha para que los cánones se mantengan, puedes bailar o cantar mejor o peor, pero nunca desvirtuar, hay que engrandecer al flamenco, no tirarlo por los suelos.
Su espectáculo va a ser de "pureza flamenca"
Total, manteniendo al arte, que esté la gente ahí vibrando. El flamenco puro engancha, hay una diferencia muy grande cuando suena una guitarra y yo salgo vestida de gitana flamenca (no gitana, porque yo soy gitana ya de por sí), de hecho uso muy poco los lunares, porque ya soy demasiado gitana. Sí me pongo mi peina, mi mantón, mi flor… no concibo a una bailaora que no salga vestida de bailaora. Yo me sentiría desnuda en el escenario, cuando el flamenco siempre ha sido tapado, no ha sido destapado, no ha salido nadie desnuda, y ahora parece ser que se lleva salir desnuda. Que cada una haga lo que quiera.
"Tengo que ir con artistas que me lleguen de verdad"
Que una mujer como usted, gitana, haya ganado el Premio Nacional de Danza, ¿qué supone?
He sido la primera y me lo he currado. Yo vengo de una casa de seis hermanos, soy la mayor. En mi casa había fatigas porque se ganaba lo justito, empecé a bailar con 9 años porque he pasado hambre y no quería que mis hermanos también la pasaran. He luchado por llevar mi casa adelante y trabajar para que no faltara nada. Nunca me he puesto una meta, sabía que tenía que salir flamenca y dejarme el corazón y la piel en el escenario. Siempre he llevado esa línea, ir con lo mejor del cante y el baile, porque no soy bailaora de salir y bailar. A mí me tiene que llegar la inspiración, tengo que ir con artistas que me lleguen de verdad. Yo me visto en la boca del escenario, no me voy al camerino, ¿por qué? Porque yo me estoy vistiendo y estoy diciendo ¡olé!. Me vengo arriba porque estoy disfrutando de lo que estoy viendo. El bailar por bailar, no lo concibo.
¿Qué le ha enseñado su familia?
Mi padre era bailaor, mis tíos también y me he enterado hace poco que vengo de la familia de ‘Los Pelaos’, los que mejor hacían la farruca. Mi tío Antonio Carrasco Manzano, para nosotros novio de Lola Flores muchos años, dice que fue a Argentina y ‘el Gato’, uno de ‘los Pelaos’, que estaba allí en Argentina, fue a verlo y le dijo que era familia suya. Me lo contó mi tío el año pasado porque yo bailaba antes una farruca y me dijo que tenía que retomarla “porque de ahí venían mis genes”.
¿Qué recuerdos tiene de Triana, cómo era hace 60 años?
Todos los bautizos y velás de Triana era de mi padre. Era cuando en los patios vivían todos en los corrales y mis padre estaba allí con sus amigos, con su cante y sus bailes. Me llevaba a mí de pequeñita. Yo he escuchado en mi propia casa a Antonio 'el de la Carzá' cantando por fandangos o a Paco Valdepeñas comiéndose una sopa de tomate.
Ha nombrado mucho en su trayectoria a Camarón y a Paco de Lucía, ¿que puede contar de ellos?
Eran grandes personas, sencillas, humildes y con un corazón my grande, muy calladitos porque hablaban muy poco y nunca se dieron el valor que tenían.
Y por ultimo, ¿qué deseos tiene para tu espectáculo en Jerez?
Disfrutar lo máximo y que la gente se vaya bailando y cantando, porque lo van a hacer.