El pintor jerezano Antonio Lara ha sido elegido para ser el autor del prestigioso calendario que cada año patrocina la Fundación Maxam, cuyo origen se remonta a 1872. Entonces se llamaba Española de Explosivos, dedicada la fabricación de dinamita para las minas. Fue creada por Alfred Nobel.
Este calendario toma como base la pintura de artistas destacados desde su creación y, siguiendo el espíritu del creador de los premios Nobel, la fundación promociona proyectos que se generan en los ámbitos de la cultura y la educación, “apoyando la creación artística, la formación e investigación universitaria o el estudio y preservación del legado histórico generado desde que Alfred Nobel la fundara en 1872”, señala la fundación como fines principales.
Desde 1900 vienen encargando la ilustración del calendario a un artista con proyección o de relevancia. Maxam empezó a difundirlo cada año, antes denominado Calendario Explosivo para el que usó pinturas de encargo a nombres tan destacados en el arte pictórico como Arturo Mélida, creador del mausoleo a Cristobal Colón de la Catedral de Sevilla, que fue el primero que recibió el encargo; Julio Romero de Torres en 1931, Luis Gordillo en 2011, Santiago Idañez en 2021, Chema Cobo en 2020, Juan Genovés en 2009 y Eduardo Arroyo en 1999, entre otros desatacados artistas.
Y en esa nómina de prestigio entra ahora el jerezano Antonio Lara, que es el autor de la ilustración del que sale para 2023. “El encargo me llega a través del director de la fundación, que se pone en contacto conmigo al conocer mi obra y me hacen el encargo”, explica.
Añade que “para mí este encargo supone estar en una colección tan buena que tu obra es reconocida. Es como decir ‘este chaval está haciendo las cosas bien’. Es un claro apoyo a mi pintura y la gran visibilidad que te da”.
El cuadro de Antonio Lara permanecerá en la sede de la fundación en Madrid dentro de la colección de pinturas que han ido atesorando a lo largo de siglo y medio. Es una colección que se mueve constantemente en diferentes exposiciones por toda España y el extranjero. “Me siento contento porque uno ve que tu trabajo se va quedando colgado en exposiciones y colecciones; se queda en ella para siempre y lo verá mucha gente, perdurando en el tiempo”.
El cuadro se titula El control de la energía, “me baso en una explosión por el motivo de homenajear el principio de todo, Alfred Nobel”. La obra recoge el instante en el que estalla una mina tras colocar los explosivos: “Trato de reflejar el paisaje que queda tras el estallido. Un terreno árido con colores muy ocres”, subraya.
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