La Consejería de Cultura y Deporte de Andalucía ha iniciado el procedimiento para inscribir como Bien de Interés Cultural (BIC) un fragmento de sarcófago paleocristiano que se encuentra entre las piezas del Museo Arqueológico de Sevilla. Este fragmento, de gran relevancia histórica y artística, representa una de las pocas tumbas tardoantiguas provenientes de un taller bético que se conservan.
El fragmento, que será protegido con la máxima figura patrimonial de BIC, destaca por su decoración en bajorrelieve, en la que se puede observar una escena del episodio bíblico de Daniel en el foso de los leones. Además, a la derecha del relieve principal, se distingue el inicio de otra escena bíblica que parece representar a Jonás y la ballena. La pieza, tallada en piedra caliza de color claro, mide 75 centímetros de alto por 71 centímetros de ancho y posee un valor cultural indiscutible.
En la escena principal del relieve, Daniel aparece en el centro del foso rectangular, orando, con una túnica de mangas largas y cuello redondo. Detalles del rostro, como las orejas y los arcos superciliares, están también esculpidos con precisión. A cada lado de Daniel, se encuentran dos leones en posición simétrica, mirando al profeta y rugiendo, lo que añade dramatismo a la escena. En la parte superior derecha, una paloma vuela hacia Daniel, simbolizando la salvación que se avecina.
Las características técnicas de este relieve, como la manera en que están trabajadas las figuras humanas, los animales y los elementos arquitectónicos, son indicativas de su origen bético. Esto refuerza la importancia del fragmento, ya que contribuye a profundizar en el conocimiento de los escasos sarcófagos tardoantiguos producidos en talleres béticos, una tradición artística de gran relevancia en la historia de Andalucía.
En Andalucía, se han hallado otros sarcófagos de origen bético que comparten similitudes con este fragmento. Entre ellos destacan el sarcófago de la iglesia de Santa Cruz de Écija en Sevilla, el relieve de la Chimorra en Córdoba, conservado en el Museo Arqueológico de Córdoba, y el relieve de Singilia Barba en Antequera, Málaga, que pertenece a una colección particular. También es notable el sarcófago de Alcaudete en Jaén, que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional.
Estos ejemplos, junto con el fragmento de Daniel en el foso de los leones, conforman un conjunto único de sarcófagos béticos que comparten características escultóricas, materiales e iconográficas. Este grupo de piezas es fundamental para entender la producción artística de la Bética tardoantigua y su influencia en la escultura funeraria de la época.
El relieve que se propone proteger con la figura de BIC se une a otro conjunto de piezas de origen andaluz, como el relieve con la escena de los hebreos en el horno de Babilonia, que actualmente se conserva en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Estas piezas, aunque dispersas, forman un corpus esencial para el estudio del arte paleocristiano en la península ibérica.