Su nombre dicen que fue dado al situarse en esta calle de forma efímera la Chancilería de Xerez, un alto tribunal de apelación del Reino de Castilla, en época de Enrique IV.
En intramuros, desde Porvera a la plaza de San Juan, la calle Chancillería es una calle llena de contrastes y de historia. Su nombre, que conserva desde época bajomedieval, dicen que fue dado al situarse en esta calle de forma efímera la Chancilería de Xerez, un alto tribunal de apelación del Reino de Castilla, en época de Enrique IV, que acogió luego Ciudad-Real y definitivamente, una vez ya conquistada, en 1505, la ciudad de Granada.
En los últimos años un ambicioso proyecto de hotel, que quedó literalmente en saco roto, promocionaba el nombre de esta calle en la que es protagonista el arte: desde la Asociación de Belenistas, hasta la sede del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, en la plaza de San Juan, hacia donde muchos se trasladan recorriendo la misma calle Chancillería. Almacenes, algunas viviendas más modernas y casas señoriales. Pasear por Chancillería tiene algo de especial, bien saliendo por Porvera, con el torreón de la Puerta Nueva y el “muro”, como muchos le llaman, o viniendo desde ahí, haciendo una parada en la famosa tetería, hacia San Juan. El convento de las Reparadoras, de estilo neomudéjar, financiado por la hermana del I Marqués de Domecq, Mari Pepa Domecq y Núñez de Villavicencio, es uno de los rincones más bonitos de esta céntrica calle jerezana.
De justicia sería poner en valor a esta calle Chancillería. Nunca mejor dicho y hasta con un pareado. Tanto por ser una vía que conecta el actual centro urbano y comercial de Jerez con el corazón de intramuros como por sus distinguidos encantos. Y si no, váyanse un Jueves Santo, a la salida de la Vera Cruz, y contémplenla bien engalanada.
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