El hombre de las mil caras (España, 2016); Dirección: Alberto Rodríguez; Guión: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos (sobre un libro de Manuel Cerdán); Fotografía: Alex Catalán. Música: Julio de la Rosa; Intérpretes: Eduard Fernández, José Coronado, Carlos Santos, María Etura, Emilio Gutiérrez Caba, Luis Callejo, Pedro Casablanc...
Alberto Rodríguez, director y co-guionista de El hombre de las mil caras recrea los sucesos de 1994 que desencadenaron la huida del antiguo director de la Guardia Civil durante el último gobierno socialista de Felipe González, Luis Roldán, las gestiones para su captura y finalmente su detención en un pais del sureste asiático. Ese es el trasfondo histórico tal como lo cuenta Manuel Cerdán en su libro Paesa, el espía de las mil caras en el que se inspira esta película. Siendo una historia verdaderamente rocambolesca e ilustradora del ambiente social de arribismo y picaresca institucional de los años noventa en España, sin embargo lo realmente fascinante es la personalidad del hombre clave en toda aquella operación, el 'superespía' Francisco Paesa.
Alberto Rodríguez usa un narrador en off, la voz de Jesús Camoes (José Coronado), comandante de Iberia y socio en negocios dudosos de Francisco Paesa (Eduard Fernández), para relatar los siempre intrincados e inexcrutables pasos y las motivaciones aparentes de Paesa (Eduard Fernández), el hombre de las mil caras, y lo que consigue es un vibrante thriller de espías casposos, ambición y engaños con referencias al cine de estafadores de guante blanco.
Es la España post Olimpiada y post 92, que se resigna a una realidad más gris, que ha perdido la ilusión de los años ochenta y que en parte abraza la cultura del chanchullo, la comisión y el pelotazo. En ese contexto las lealtades de algunos servidores públicos se desplazan abiertamente del bien común hacia el dinero y el interés personal.
José Coronado hace un trabajo estupendo, en la línea que acostumbra, como colega de Paesa y narrador de su historia. Su voz es la de alguien que admira y a la vez teme a su amigo; es frívolo y siempre dispuesto cuando hay un beneficio por medio. El Luis Roldán que entrega Carlos Santos es mezquino, prepotente y lastimoso por momentos. Marta Etura comparte con su marido, Luis Roldán, su ambición pero aporta carácter a un personaje algo menos lucido.
En resumen, buenas interpretaciones y una dirección ágil, con un montaje muy vivo, pequeños saltos en el tiempo narrativo, inclusión de imágenes reales de informativos de televisión y una cámara muy atenta a los gestos.
Después de sendas películas de género thriller policíaco, Grupo 7 y La Isla Mínima, Alberto Rodríguez demuestra de nuevo su maestría en este cambio de registro, menos dramatico pero más ácido y complejo argumentalmente. El hombre de las mil caras consigue desde el arranque atrapar la atención del espectador con unos personajes que forman parte de la historia del país en unos años turbulentos que prefiguran los actuales por lo que tienen de amorales y de descrédito del sistema.