Los versos de Walt Whitman, la escena inolvidable de 'El Club de los Poetas Muertos'... y aquí estamos con nuestro capitán, Capitán Swing, una de las editoriales de moda –¿en qué momento se aceptó hablar con naturalidad de que una editorial esté de moda?–, que cumple quince años y que, de hecho, los celebra este mes de noviembre. Son casi cuatrocientos títulos los que se han publicado desde 2008, casi todos centrados en pensamiento, ensayo, periodismo, historia, antropología, cine, música, filosofía, feminismo... es decir, no ficción. Resumen: novela y poesía, no, gracias. El Capitán Swing, por cierto, existió... y no existió, ya que fue un personaje ficticio de una revuelta agraria en Inglaterra hace cosa de dos siglos.
Y es curioso, porque este cronista se apuesta lo que sea –unas cañas, unos finos (estamos en Jerez), unos finos en caña... que es otra opción– a que con Capitán Swing ocurre en la actualidad lo que pasó en los 80 y 90 con Anagrama, que hay cientos de personas que se compran el nuevo volumen simplemente por la confianza que les inspira el sello editorial, eso sí, sin superventas como Bukowski, Auster o Amis.
Hay otras editoriales similares, así, 'indies', que están bien, desde luego, pero Capitán Swing tiene algo... algo especial, desde esa propia presentación que, en principio, parece tan distinta de un volumen a otro, pero no, a poco que se aparque el despiste, es evidente que hay una línea, un estilo: la editorial es el mensaje, remedando a McLuhan.
Para celebrar el aniversario hemos seleccionado de manera totalmente arbitraria cinco ejemplares que, sin duda, están entre los más importantes de los que ha publicado esta editorial hasta la fecha o al menos a este cronista se lo parece.
'La supervivencia de los más ricos'
En primer lugar, vamos a centrarnos en el libro que hace cosa de dos meses hizo que saltaran todas las alarmas sobre Yolanda Díaz, cuando se puso a hablar, sin mucho orden ni concierto, de que los megamillonarios pensaban abandonar la Tierra, que la verdad, quién pudiera. Se trata de La supervivencia de los más ricos, una especie de ensayo testimonio de Douglas Rushkoff sobre los milmillonarios tecnológicos, sus planes, sus deseos, sus frustraciones y sus contradicciones. Los presidentes de Tesla, Amazon, Google... pasan por estas páginas como si tal cosa. Nos cuentan que se sienten especiales y, en absoluto, responsables de cómo está el planeta. Estos ricos piensan que en el algún momento se puede producir algo, un desencadenante, un crack mundial que haga que todo se vaya al traste y, efectivamente, quieren estar preparados. Ese crack podría ser algo del tipo una pandemia, una guerra nuclear, una migración masiva o una ruptura en la cadena alimenticia... cualquier cosa que hiciera que los desheradados se (re)volvieran hacia ellos en lugar de admirarlos en las revistas, como debe ser. Por supuesto, que nadie piense en subirse a la nave espacial o a la ciudad submarina, como en las pelis: aquí las plazas están contadas.
'País Nómada'
La periodista Jessica Bruder tuvo un importante éxito en Estados Unidos con País Nómada, un gran reportaje, en todos los sentidos. Capitán Swing lo vio claro, y lo editó en España. Todos hemos visto la peli, Nomadland, basada en el libro, aunque la protagonista, Frances McDormand, es un personaje secundario en el texto. Como me da que el libro se publicó antes del éxito de la oscarizada película, se ve que para los editores la palabra Nomadland no decía gran cosa y decidieron españolizar el título... y así se quedó, aunque ya para todos Nomadland formaba parte de sus vidas y este cronista, cuando habla del libro, tiene que darle una pensada, porque lo primero que le viene a la cabeza es el título de la peli... El reportaje, trenzado durante varios años, abunda en el conflicto de gente que vive yendo arriba y abajo de Estados Unidos en sus furgonetas, cómo vive, cómo se organiza, dónde trabajan (casi todos en infraempleos de temporada... aquí vuelve a salir Amazon, por cierto) con la tesis dominante de que la necesidad barre a la supuesta libertad de esa vida...
'Carreteras Azules'
No nos salimos de la carretera, ese mito tan americano, con Carreteras Azules. Una vez superado el pequeño problema con el autor –no todo el mundo se llama ni puede llamarse William Least Heat-Moon– nos vamos de viaje por Estados Unidos con una única premisa: movernos por carreteras secundarias (de ahí el título, ya que estas carreteras están señalizadas en azul). La vida es el viaje, y viceversa, como nos demuestra Least (al menos este cronista lo tiene en su biblioteca por la ele). Un libro encantador, de verdad, una especie de Viajes con Charley, de John Steinbeck, pero sin perro.
'La dulce ciencia'
De lo mejor. Su autor, A.J. Liebling fue periodista del New Yorker especializado en boxeo en la época dorada de este deporte, años 40, 50 y 60 del siglo XX. Esta es una recopilación de algunas de sus mejores crónicas, pero que no se echen para atrás aquellos a los que no les gusta este deporte, ya que en todos los relatos –ante la calidad de los textos es inevitable que venga a la cabeza esa palabra que dejamos puesta sin ningún problema– prima el ambiente, lo que ocurre en la calle o entre el público, frente a lo que pasa en el cuadrilátero. Tenga en cuenta el lector que el New Yorker es un semanario, así que... ¿Qué sentido tendría incluir en sus páginas el relato pormenorizado de una pelea que pudo haber sido perfectamente cinco o seis días antes si, al que le interese, ya lo ha leído en un diario? Por eso, lo que hace Liebling es simplemente magia: habla de cómo volver a casa después de salir de un combate y no haber taxis, habla de mujeres de Harlem encopetadas para ir a la despedida de un boxeador; habla de lo que cuenta un taxista en un trayecto sobre cómo fue una pelea, que probablemente ni siquiera oyó por la radio y la reconstruye a partir de la conversación con los viajeros que lleva... habla de la despedida de Joe Luis y de la presentación de un tal Cassius Clay, pero siempre siempre buscando otro enfoque. Magnífico libro.
'Chavs', 'Océanos sin ley', 'White Trash'...
Pues sí, no hay cinco libros. Una trampa. Hay siete. Chavs es un clásico de Owen Jones sobre los prejuicios en Reino Unido hacia los jóvenes de extracción obrera y más abajo ('chav' se podría traducir más o menos por 'cani') que no he tenido el placer de leer pero sé de su repercusión (me lo recomendó un gran lector como es Pedro Pacheco y supongo que todavía no es tarde para leerlo) en su país... y lo que ha supuesto para la editorial.
White Trash, de Nancy Isenberg, es de esos libros que cuando lo acabas sabes cuatro o cinco cosas más, como que decenas de miles de personas blancas del Reino Unido de baja extracción o conflictivos fueron forzosamente a los futuros Estados Unidos en régimen de semiesclavitud, los problemas de consanguineidad de muchas de estas personas en medios rurales y remotos y, que por supuesto, en un mundo dominado por la corrección social en el que es imposible gastar una broma sobre negros o judios, los blancos de extracción humilde son, siguen siendo, territorio utilizable.
Y nos despedimos con un Pulitzer, Ian Urbina, que en Océanos sin ley fusiona y reconstruye los múltiples reportajes que ha escrito durante años, casi todos para el New York Times, acerca de la sobrepesca, la pirateria o el tráfico de personas, entre otros temas marítimos. El único pero, visto desde España, es que hubiera estado bien algo sobre el tráfico de personas de África a Europa, pero es verdad que el mundo es muy grande...