“Lindísimo”, “mágico”, “bonito” son los calificativos que le vienen a la mente a María Rodríguez Garrido, más conocida artísticamente como la Mala Rodríguez, cuando recuerda cada uno de los conciertos que ha ofrecido desde que finalizó el estado de alarma. La jerezana, afincada en Barcelona, que lleva pisando fuerte los escenarios más de 20 años reconoce que son “tiempos muy complicados para los artistas, esta oportunidad de presentarnos no sabes lo que vale para nosotros”, dice mientras su cabeza vuela a Barcelona, Girona, Madrid o Mallorca, ciudades donde ya ha podido dar a conocer su nuevo disco Mala, coproducido por el jamaicano Walshy Fire.
La rapera que irrumpió en la escena de la música urbana española es todo energía. Con sus letras cargadas de experiencias vitales ha forjado un camino que le ha llevado a la fama internacional. Lujo Ibérico (2000), su primer álbum, y Alevosía (2003), ambos discos de oro, quedan ya lejos para aquella joven rebelde que no se callaba. Después hizo Malamarismo (2007), y empezó a abrirse paso en el mundo de la música con ritmos diferentes y atrevidos que se reflejan en temas como Por la noche, Tengo un trato o Nanai. A sus 41 años María, que ha colaborado con artistas como Stylo G o Lola Índigo, lleva afianzados múltiples premios de todo tipo, entre ellos un Grammy, y sigue cosechando reconocimientos. El año pasado, el Ministerio de Cultura y Deporte de España le concedió el Premio Nacional de Músicas Actuales 2019 convirtiéndola en la primera artista de Hip Hop en obtenerlo.
Vienen nuevos aires para la música en directo y, como ella dice, hay que “hacer cosas especiales”. Este sábado la Mala Rodríguez revolucionará al festival Soko Puerto con una actuación que traerá a la ciudad portuense su seña de identidad, el rap, el R&B, el soul moderno, el dancehall jamaicano y los toques flamencos. Con “muchísimas ganas de llegar con todo mi crew”, María asegura que “es momento de apoyar a la cultura”.
¿Haces honor a tu nombre artístico? ¿por qué te decantaste por ese?
Porque las buenas eran muy aburridas. Yo era distinta, me gustaba meterme en problemas, me gustaba preguntar, me gustaba hacer las cosas a mi manera, siempre he sido muy atrevida.
Las voces femeninas se alzan en la música urbana, un mundo que siempre ha estado dominado por hombres. ¿Se ha normalizado que una mujer rime?
Si, pero siempre hubo chicas. Yo siempre he tenido muchos ídolos raperos, ha habido muchos hombres, verdad, pero siempre ha habido chicas, aunque en menor cantidad. Esto que llaman música urbana, esta mezcla de géneros, ha dado pie a que la mujer hoy ya se exprese mucho más libremente, me parece que ya tocaba. Yo estaba hablando de cosas que me tocaban a mí como mujer, y a lo mejor pues al público mayoritario no le interesaba porque la mayoría eran chicos. Pero si es cierto que a mis conciertos venían dos amigas y mi prima, todo lo demás eran chicos. En realidad, creo que es una cuestión que tiene que ver más bien con que la letra te llegue y te sientas identificado, toque tu corazón.
Tus temas crean lazos entre la música latina y la música popular española. ¿Notas que has cambiado con el paso de los años?
No yo que va. Yo creo que como persona desde luego si he cambiado, siempre estoy cambiando, creo que soy más madura, me tomo la vida con mucha más ligereza, no me preocupo tanto como cuando a lo mejor era joven. Pero creo que la música latina siempre ha estado en mi vida, y hacer las mezclas de música negra, música latina, hip hop, flamenco. Todos han sido como mis padres. Yo hago mi música bastarda desde siempre, en eso no creo que haya cambiado. Pero es verdad que el tono de las canciones y las temáticas si han ido evolucionando, si señora. También a medida que crecemos y vivimos más experiencias pues vamos viendo la vida de otra manera.
¿Qué piensas de la decisión del Rey Emérito?
(Resopla) Es que no me he enterado, la verdad. No estoy muy pendiente del rey, fíjate tú.
El confinamiento paralizó la actividad de muchos músicos. ¿Cómo lo has llevado?
Muy bien porque he estado disfrutando de mi familia y de estar en casa con mi niña, la verdad, y además también he podido hacer música y hacer otros proyectos. Pero al principio reconozco que me dio un poquito de agobio en el pecho, vamos. Esa sensación de no poder salir era como ¿y esto por qué? La lástima es que nos vamos acostumbrando a todo y me da mucha pena. Nos hemos llegado a acostumbrar a estar encerrados. Creo que los seres humanos somos muy buenos y hacen con nosotros lo que quieren, nos van diciendo, por aquí, por allí, y al final vamos haciendo todo lo que nos digan.
Creo que los seres humanos somos muy buenos y hacen con nosotros lo que quieren, nos van diciendo, por aquí, por allí, y al final vamos haciendo todo lo que nos digan"
¿Cómo sigues afrontado esta nueva realidad? ¿Cuál es tu actitud frente al covid?
Yo sigo las normas, y aparte de eso, trato de mantenerme super positiva y mantener siempre la creatividad a tope, o sea que, busco como hacer cosas que a mí me hagan soñar, me hagan crecer, trato de divertirme, trato de buscarle el lado positivo y buscarle el lado bueno. No me gusta la gente negativa, no me gusta, me amargan la vida.
¿Eres pro mascarilla o negacionista?
Yo opino que me agobia muchísimo la mascarilla y pienso que hay algunas personas que lo pasan horrible porque tienen ansiedad y problemas de respiración y con el calor… pero yo que se hija, ¿qué hacemos?, cada uno hace lo que le da la gana. Entiendo que están muchas personas en riesgo y si se ha tomado la decisión de que por preservar a estas personas hay que ponérsela pues es bastante lógico ponérsela.
Los rebrotes se extienden cada vez más, si la situación no mejora. ¿Cuál es tu plan b?
No me hago planes b, yo estoy viviendo mi vida día a día y eso creo que también es excitante y estimulante. Esto es una gran lección porque nos dice que tú no tienes el control de nada. Al final tú puedes hacer los planes que te dé la gana, pero resulta que llega una tormenta y te quedas sin plan. Pues esto es lo mismo. No se pueden hacer planes, una lo único que puede hacer es hacer lo mejor que pueda cada día y ya está.
Algunas personas se aferran a Dios cuando las cosas van mal. ¿A qué te acoges tu para encontrar la calma entre tanto caos?
Yo sí creo en Dios, aunque la gente no se lo crea, pero sí, yo tengo fe en Dios. Y yo creo en el karma, pienso que todo tiene una razón de ser, soy una persona bien espiritual.
Hay quienes acusan de machista al trap y a la música urbana. ¿Qué opinas de ellos?
Creo que es una lectura muy simplona porque en todos los géneros ha habido letras machistas y de hecho tiene que ver con la sociedad. Hay rock machista, pop machista… todos los géneros musicales reflejan la sociedad. Tiene que ver con los autores no con el género, son los autores los que hacen que una canción sea de una manera o de otra, no el género musical.
Mala es fruto del autoconocimiento. ¿Lo tenías pendiente?
Ha sido un nuevo descubrimiento para mí, una nueva etapa, como descubrirte de nuevo en otra situación, en otro momento. Ha sido muy bonito poder ver cómo te sientes ahora, que tal estás, mirarte al espejo y hablar contigo, tener una reflexión contigo misma y descubrir cosas nuevas en ti y otras que siguen estando ahí. Yo lo he sentido así, como un abrazo con una misma, ¡ay! que bien aquí estamos, seguimos y vamos para delante.
Más de 20 años sobre las tablas. ¿Qué has aprendido? ¿Te has sentido insegura alguna vez?
Hombre claro, por favor, quien diga que no… A mi me pasa muchas veces que me da inseguridad, no se por qué. Pero creo que esos nervios antes de salir al escenario también te ayudan a lanzarte y a confiar en tu instinto. Creo que eso es lo que más me han enseñado a mí el haber hecho tantos conciertos y tantas giras. Luego cuando salgo me olvido de todo y lo vivo super intenso. La mejor lección de todo este tiempo ha sido el disfrutar, sentir y no estar ahí como una muñequita de ballet, haciéndolo todo perfecto.
Tu tema Mami es un homenaje a la maternidad.
Esa canción para mí es de las más bonitas que he escrito, y la primera vez que la canté yo rompí a llorar, no podía, me atrapó por dentro. (Suspira) De verdad que me toca mucho, me revuelve siempre, no estoy preparada para cantarla, me cuesta mucho. Hablo como hija y como madre. Ser madre en una sociedad donde lo único que importa es el beneficio económico es duro tanto para un niño como para una mamá en todos los países del mundo, donde las mujeres trabajan por supuesto. A mi me ha criado una mujer sola, yo he sido madre soltera y se perfectamente de lo que hablo, es muy duro incluso teniendo compañero. Se siente también la culpa de no estar ahí todo el tiempo necesario. Como niño sientes que tu mami tiene que ir a trabajar y la admiras por eso, la quieres más todavía, pero la echas de menos, sientes esa ausencia. Antes la grabé con bases, así más tipo trap, y de distintas maneras, pero dije, voy a hacerla solita con un piano, grabamos y ya con esa toma me quedé, porque es como una confesión que tú haces a alguien y es irrepetible.
No tienes pelos en la lengua. ¿Alguna vez te has metido en líos?
Si claro, por decir cosas. A mí lo que me da coraje es que en este mundo a la gente no le gusta debatir, le gusta discutir, pero no les gusta un buen debate. Yo de verdad que no tengo mala sangre con nadie, a mí me encanta hablar de cualquier tema, que me hagan cambiar de opinión y que me argumenten, siempre con respeto. Creo que en este mundo nos gusta mucho pelear y tirarnos a las manos, y es más interesante cuando en una sociedad se puede hablar. Me parece mucho más rico leer todos los periódicos, más que solo uno.