De emocionar a un ministro japonés a icono de los jóvenes: La Paquera de Jerez como valor patrimonial

La segunda conferencia del ciclo con el que la Cátedra de Flamencología de Jerez está conmemorando el 20 aniversario de la muerte de La Paquera de Jerez dejó patente que "los valores culturales actuales que se aprecian en la significación de Paquera van más allá de su relevancia como gran cantaora"

Dolores Barroso analiza el valor patrimonial de La Paquera de Jerez en la segunda conferencia organizada por la Cátedra de Flamencología en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.
Dolores Barroso analiza el valor patrimonial de La Paquera de Jerez en la segunda conferencia organizada por la Cátedra de Flamencología en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.

Aun cuando le correspondía cerrar el ciclo que la Cátedra de Flamencología de Jerez está dedicando durante estas semanas a conmemorar el 20 aniversario de la muerte de Francisca Méndez Garrido La Paquera de Jerez (Jerez, 1934 – 2004), Dolores Barroso fue la encargada de ocupar la segunda de las tres ponencias de las que se compone esta actividad que verá clausurado su programa de contenidos la semana que viene con la familia Gallardo.

Extrañada porque "una historiadora del arte aparezca por aquí para hablar de flamenco", Barroso tenía el cometido de analizar la figura de esta cantaora jerezana desde el prisma de su aportación como patrimonio cultural que "jugó un papel muy activo e importante" en el espacio tiempo que le tocó vivir y que, el paso del tiempo, la ha elevado a los altares transformándola en "un icono para la juventud artista actualmente".

"Aún recuerdo ese primer ministro japonés que se abrazó a ella llorando maravillado en la gira que hizo el año 2002"

"Jerez es una tierra fértil donde todos cabemos y sumamos", señalaba realizando hincapié en que el flamenco lleva presente en la ciudad, al menos, desde el siglo XVI, basando esta afirmación en "las noticias existentes en diferentes documentos donde se reflejan las quejas de los vecinos, de dentro de las murallas, por no poder dormir durante la noche debido a que los gitanos de la Puerta de Santiago no cesaban en sus jaleos, palmas y cantes".

Y extrapolando aquellas circunstancias al mundo actual, su intención era "aportar mi visión sobre una artista que es un eslabón, que continúa y engarza un collar precioso y muy preciado, en una ciudad que tiene muchas maneras de entender el flamenco, como barrio, como familia o, como dice Suárez Japón, como casas".

Por ello, con la necesidad de abordar la figura de La Paquera de Jerez desde "una perspectiva distinta", su primera parada ver la puesta en valor de su impronta cultural, su significación como mujer importante y "hacedora de esta cultura sumativa, ancestral, antigua, rica, viva y actual que es el flamenco", así como su papel desde el punto de vista de la puesta en valor del patrimonio cultural.

"Las nuevas generaciones de artistas la tratan a nivel pictórico como mujer exultante, joven y bella"

En este sentido, Barroso discernía por un lado el objeto de estudio en "quién fue, donde nació, a qué familia perteneció, cuál fue su discurso biográfico en paralelo con su discurso artístico o qué influencia tuvo", para continuar después con una fase de identificación de la persona y el personaje con escalas en su "información sonora y documental, así como en los elementos de transmisión de la información y, por tanto, del conocimiento".

Dolores Barroso - Conferencia Paquera - CADF - Cátedra Flamencología 02
Dolores Barroso somete a analisis el valor patrimonial de La Paquera de Jerez. David Montes

La Paquera tuvo una gran importancia y significación en su contexto, durante su vida

Con el objetivo de situar a La Paquera de Jerez como patrimonio cultural, una de las hipótesis que desarrollaba Barroso en su exposición fue "la gran importancia y significación" que tuvo durante su vida. "En los años 50 ya era una gran figura", exponía mientras mostraba cómo era conocida en muchos lugares como La Reina de la Bulería y que "así se anunciaba en muchos carteles". Una época en la que "contaba con la admiración de Mairena y Caracol también la respetaba, aunque a él le molestaba que una mujer le mojara la oreja". "Ella era tremendamente caracolera, sin embargo", matizaba.

Además, apuntaba que durante esa época también coincidió con otras grandes mujeres de su tiempo como "las hermanas de Utrera o La Perla de Cádiz", si bien estas eran de una generación anterior a ella — este año se está celebrando el centenario del nacimiento de la artista gaditana y el año pasado fue el de Fernanda—, pero compartían similitudes, ya que "el cante era el vehículo de transmisión" que usaban de forma común para expresarse.

No obstante, también advertía que su relevancia patrimonial y cultural no estaba exenta de otros caracteres como la estética. "Era una mujer guapísima y sus fotografías se usaron en las discográficas para hacer portadas de discos y cancionero que hoy son fuente de inspiración de jóvenes ilustradores", apuntaba expresando que algunos de estos trabajos recuerdan a "la obra de Mingote y al comic" que la reflejan como "una gran diva, pero humana y que necesita tener siempre a los suyos cerca".

Dolores Barroso - Conferencia Paquera - CADF - Cátedra Flamencología 01
Dolores Barroso en un momento de su exposición en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco. David Montes

Esa impronta, esa relevancia, esa mujer empoderada en un tiempo donde la postguerra no hacía nada fácil ser una artista sobresaliente, sin un hombre al lado que la refrendase, es lo que ha forjado un valor patrimonial que "la pléyade de pintores, ilustradores, grabadores y, por supuesto, artistas flamencos la ven como una auténtica diosa, un icono, una imagen venerada, un bien de interés cultural, que es la máxima figura de reconocimiento y protección que ofrece al patrimonio la legislación española". "La sociedad la ha hecho suya y, hoy en día, La Paquera es una fuente de inspiración constante", sentenciaba Barroso.

"Su monumento es algo mas que un homenaje, es la aceptación de La Paquera como un gran referente del flamenco, de la ciudad y de nuestra cultura"

"Los valores culturales actuales que se aprecian en la significación de La Paquera van más allá de su relevancia como gran cantaora, su valentía como ser humano y como intérprete, de ese eslabón, de esa cadena de la cultura gitana en el flamenco que es la espina dorsal y, sobre todo, de esa capacidad que tuvo ella como gran mujer de su tiempo sin hacer ruido" argumentaba acerca de "una mujer y una artista muy valiosa", que tuvo la capacidad de generar ella misma patrimonio cultural con "su aportación al flamenco y la mundo de la cultura".

"Aún recuerdo ese primer ministro japonés, al que se le tiene que saludar de lejos y que se abrazó a ella llorando porque se había quedado absolutamente maravillado en la gira que hizo el año 2002", remataba mientras comentaba cómo se ha popularizado también su figura "a través de productos que van al país nipón, donde vinos de Jerez eran embotellados y enviados con etiquetas con el dream team del cante de Jerez: La Paquera, El Torta y Agujetas". Ahí es nada.

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La Paquera de Jerez fue "una mujer muy imporante para su tiempo" para Dolores Barroso. David Montes

Patrimonio material, inmaterial y la influencia como artista de La Paquera de Jerez

Como artista, La Paquera de Jerez ha dejado un patrimonio que debe ser analizado desde tres perspectivas: material, inmaterial y la influencia como artista en otras disciplinas como las artes plásticas. En este sentido, Barroso argumentaba que "su mayor herencia es el legado que ha dejado a sus continuadores", pero que en forma de legado inmaterial su arte la revive constantemente a través de los medios de reproducción, el material bibliográfico, documental, gráfico y fonográfico que "la traen hasta nuestros días constantemente".

Para ejemplificar este hecho, el monumento a su figura que se alza en La Plazuela era considerado algo excepcional que porque "quien es profeta en su tierra es por es alguien muy importante" y que la obra que realizara Sebastián Santos esté en "el corazón de su barrio, con una anatomía poderosa que tiene la fuerza de ir con el empuje de su cuerpo la hace estar viva, cerca y participativa de sus tradiciones". "Su monumento es algo mas que un homenaje, es una reivindicación de reconocimiento y la significación cultural y la aceptación de La Paquera como un gran referente del flamenco, de la ciudad y de nuestra cultura", apostillaba.

En tanto en cuanto a su influencia como artista, además de realizar una similitud de la orla con que aparece en la portada del disco que realiza para la casa Philips en la antología de flamenco que recoge este sello en los años 60 y 70 del siglo pasado con grandes referencias del cante, en alusión a la valoración que se hacía de "aspectos antropológicos y musicales" en aquella época, trasladando al momento actual su relevancia artística, Barroso subrayaba su "aparición de forma directa o indirecta en diversos proyectos, como el que le dedica su sobrino nieto Jesús Méndez y cuya fotografía aparece arriba, detrás de él, en la portada, como diciendo yo vengo del tronco de la Diosa y más que una reverencia es un homenaje para reconocer su figura y, al mismo tiempo, reivindicarse".ç

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DSC8628 David Montes

Y sobre su expresión plástica, añadía que "las nuevas generaciones de artistas la tratan a nivel pictórico como mujer exultante, joven y bella", cosa que además se reprodujo muchísimo en carátulas de discos, en los propios carteles de los festivales y en artículos de prensa, reportajes y demás. "No la han conocido personalmente, pero tienen la imagen de ella que llega a través de su arte y de su gente y la ven como una mujer ruda y oscura, no en lo personal, sino que lo que captan es el eco y la interpretación de la voz y de ese metal profundo que es como una especie de caverna que baja hasta el ombligo del mundo y en esa catacumba está esta Paquera que, como decía Velázquez Gaztelu, a lo mejor no es la que mejor canta el taranto, pero cuando abre la boca y proyecta su voz ya no quieres escuchar más".

Por ello, Barroso considera muy interesante "toda la serie de grafitis, carboncillos o grabados que han realizado sobre ella y que juegan con las luces y las sombras vinculando plásticamente el color y la luz con la profundidad y esos sonidos", inciendo con especial énfasis que merece la pena analizar "la obra de Gonzalo Corradi, un artista que junto a Andrés de Jerez y Carlos Grilo empezó hace años a realizar un proyecto de un diálogo de arte a tres voces con cante, toque y expresión plástica, en la que había una enjundia que le llevó a hacer una exposición en el Museo de Flamenco de Cristina Hoyos, donde se retrató diferentes aspectos del flamenco y a una figura cumbre y de todas las mujeres poderosas en el flamenco en Andalucía, él eligió a La Paquera".

No obstante, enumeraba que otro autor, Javier Lara, se había quedado en el icono, en "esa línea que es una constante en el arte que es exagerar para enfatizar la expresividad". Carmen Luna, más joven, con un espíritu de crear "una especie de impronta para hacer un merchandising la traslada al pueblo" y que cuando esto sucede es ya es cultura. Y luego también otra vertiente "muy interesante" cuando se acerca su figura a los niños a través de dibujos el Día Internacional del Flamenco en Andalucía, que considera una labor didáctica muy interesante".

"Hay gente en Jerez que está haciendo cosas muy bonitas" exponía sacralizando a la artista jerezana en "la Santa Cena del arte de Jerez" que se expone de forma permanente en La Modera y que es obra de Paco del Ojo. El bar más underground de Jerez tiene encima de la máquina del café "un refectorio como el que Da Vinci pintó en la Catedral de Milán" con la suerte de que "afortunadamente tenemos todavía entre nosotros a muchos de los que están en ese cuadro" y en el que están La Paquera y Lola Flores en el centro de una mesa donde aparecen artistas inimitables como Paco Cepero, Capullo de Jerez, Fernando de la Morena, Tomasito, Diego Carrasco, Sorderita o Periquín Niño Jero, entre otros.

"La bruja del cante que nos ha hechizado a todos"

Al igual que exaltaba el hecho de que Jerez tiene la suerte de que "cuando vas para tú casa, te encuentres en le puente de la calle Arcos a La Paquera formando parte del paisaje urbano, dándole contenido como una especie de friso sacralizado del callejero local", cuyo proceso creativo fue llevado a cabo Fran Castro, tatuador, pintor e ilustrador. Es decir, el mundo del tatuaje "cuyo soporte artístico es la piel" es capaz de realizar un mural que "espero que el Ayuntamiento le establezca un plan de conservación, además de ponerlo en un autobús, porque el patrimonio cultural no se puede manosear porque se muere".

A modo de coda, y para finalizar su exposición, la doctora en Historia del Arte por la Universidad de Cádiz dejaba una frase dedicada a los más pequeños, con la que entendía que se reflejaba muy bien y de forma resumida todo lo expuesto anteriormente de La guasa de la memoria y que dice así: "Si sientes que un pie se te revela, es ella. Si te persigue el rastro flamenco y te da por reír y bailar como si el mañana pudiera elegirse, es que ya la tienes dentro. Tendréis un cuerpo a voluntad y por fin os sentiréis libre. Niños que nos habrá hecho La Paquera, la bruja del cante que nos ha hechizado a todos".

A nosotros también.

Sobre el autor:

David Montes

David Montes

Comunicador. Experto en gestión cultural del flamenco.

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