Luis Rodríguez Guerrero (Cádiz,1980) es conductor de emergencias sanitarias que se pone al volante de una ambulancia o al de una novela. Aunque para eso de escribir, urgencias, las justas. Narrador y modesto en todo lo que rodea a su trabajo literario, saca a la luz su ópera prima, Pasión y muerte, novela negra, género del que es un lector compulsivo.
Yo diría que la Semana Santa tiene un ambiente especial, pero no está exento de un doble filo. A mí me atrae, es un gusto personal. Puedo estar acertado o no. El autor, porque yo no me considero escritor, escribe sobre lo que le gusta, y para que le agrade a la gente, primero tiene que agradar al que lo ha escrito. ¿Qué ocurre? Que a mí me gusta jugar con la dualidad; mezclar cosas reales con la ficción. En la novela juego con el ambiente legendario que tienen las cofradías, que en muchos casos son tricentenarias. Ahí hay un caldo de cultivo, pero hay que andar con pies de plomo porque se tocan ambientes un poquito conservadores.
Claro. El sentimiento religioso, la pertencia a las hermandades y cofradías que ya sabes que se sienten heridas sin tú haberlo pretendido. Hay que tener mucho cuidado. El terreno es resbalzadizo. Ni siquiera te lo tienes que proponer para que la gente se sienta molesta o se dé por aludida. También es verdad que en el tema de la Semana Santa, en mi caso, no es que exista un componente autobiográfico, pero es verdad que una parte de mi vida, sobre todo en la juventud, estuvo ligado a las hermandades. Inevitablemente tiene ese toque de vivencia personal. El mundo cofrade lo conozco bien, para lo bueno y para lo malo. Porque como todo en esta vida, tiene su parte clara y su parte menos clara: las cofradías no son una excepción.
"El mundo cofrade lo conozco bien, para lo bueno y para lo malo
Sonar diferente en novela negra es complicado, el listón estás muy alto. Es que se ha escrito mucho y se ha dicho de todo, entonces en Pasión y muerte he tratado de hacer algo diferente. Que yo sepa, de esto no se ha hecho nada todavía, y ese fue de uno de los motivos. Hay muchísimas posibilidades de entrelazar la ficción con la realidad. Aparte de eso, quien se adentre en Pasión y muerte comprobará que hago una analogía con el mundo de la Semana Santa, con la aparición de una logia que tiene una base histórica que surgió en el siglo XVIII, y que tuvo sus orígenes en la Santa Cueva.
Ese es un riesgo que hay que correr, y más en esta sociedad de "ofendiditos". Habrá gente que se interese por la historia y otros que se sientan molestos, pero es que yo no puedo estar pendiente ni controlar las reacciones de la gente. Y como te decía antes, muchas veces no hace falta pretender ofender para conseguirlo.
A la hora de recopilar información para esta novela, supe que ya había antecedentes de ese tipo de narraciones ambientadas en el carnaval. Fernando Macías escribrió "El asesino de comparsistas", que tuvo un éxito rotundo, brutal. Y lo que empezó como una novela original, terminó en una trilogía. Así que viendo que ya se había escrito sobre la fiesta de Cádiz por antonomasia, yo quería sonar diferente con la otra gran manifestación cultural de la ciudad como es la Semana Santa.
Desde el primer momento, he intentado remarcar que esto es pura ficción. Pero la aparición de esa logia masónica que nació en el siglo XVIII, ha sido la llave para darle ese tono siniestro que para nada tiene que ver con la realidad, pero que estoy seguro que atraerá al público. Otra cosa es que me forre (risas). Si te soy sincero, no sé si el tema de la novela me va a ayudar o me va a lastrar.
No sé (risas). Yo intento sacar la novela de su zona de confort, y cuando te digo esto quiero decir que si bien es cierto que la ambientación utiliza la Semana Santa como telón de fondo, e intentado sacarla de ahí, porque desde luego no me gusta, como autor, que se etiquete como una novela cofrade porque me limita el ratio o el recorrido. Yo he intentado que la novela tenga una visión generalista, y que el lector que quiera apostar por ella la pueda analizar con perspectiva. Creo que la historia tiene una dinámica abierta a todos los públicos, no solo a lo cofrade. Me parece que puede llegar a todo el mundo. Bien es verdad que puede condicionar un poco por el título o por la esencia, y que nazca alguna adversión en el mundo de las cofradías y diga: "esto conmigo no va".
"Creo la historia tiene una dinámica abierta a todos los públicos, no solo a lo cofrade"
Pues creo que aquel que es premeditado. Ese modo de matar con una finalidad. En lo que se refiere a Pasión y muerte, hay una reválida, una venganza que viene de tiempos pasados, hace que nivel de sadismo y de virulencia en el crimen lo convierta en retorcido.
Noooo (risas). Yo no me veo tampoco. Y te respondo como los gallegos, con otra pregunta: ¿es necesario? He tenido experiencia en talleres de escritura, y los que la imparten te quieren sacar de esa zona de confort. Lo mejor para aprender es meterte en terrenos que no dominas, para diversificar un poco. Pero yo no he dado el salto para salir de mi zona cómoda. Antes me metería en el terror o en la ficción, pero sobre todo en el humor, pero desgraciadamente en España se apuesta poco por este género.
Una de mis premisas era salirme de todos estereotipos: policía insurrecto, alcohólico, mujeriego... Eso está todo muy visto. He intentado que en mi novela no sea así. Eso es un conmpromiso que todos los autores de novela negra tendríamos que tener: huir de esos topicazos.