En estas páginas analiza el autor, de manera absolutamente descarnada, su infancia y adolescencia como Michael Balzary, que era su nombre real mientras sobrevivía en las duras y hedonistas calles de Los Angeles. Esta infancia no difiere mucho de la de John Connor en Terminator II. Junto al que sería su colega de toda la vida, el vocalista del grupo, Anthony Kiedis, con el que compartia pasion, musica, porros y robos, luchaba contra el loco de su padrastro. Éste le contagió su pasion por la musica, al regalarle una trompeta, con la que se iniciaría en la música de Louis Armstrong, Miles Davis o Dizzie Gillespie.
Sería lo unico bueno que recibiria de él, segun sus propias palabras. Bueno también le concedería a su tercer hermano judio Hillel Slovak, que serviría de alma de la banda, pero que años mas tarde se perdería en un mar de papel de plata y agujas, acabando con su vida en 1988. Mientras, el bateria Chad Smith (como le pasaria a John Deacon con Queen) dejaría el grupo al ver que la muerte de su amigo habia puesto fin a todo lo bonito que habian hecho juntos.
La aparición en su vida de John Frusciante fue como encontrar el angel salvador de la inspiración. Frusciante sentía tanta pasión por la guitarra que para él, el hecho de tocarla, era como un acto sexual, que acabaría inspirando albumes como SugarBloodSexMagic. Fueron momentos álgidos para el grupo, seguidos de otros momentos en que todo estuvo a punto de acabar, como con el álbum Slovak. A este declive le sucedió un renacer, gracias al emblemático album Californication.
Al leer este libro me recreaba en la inmensa pasion que demostraban todos por la música, pasión que les salvaba de su infernal situacion familiar y les dotaba de un arma para enfrentarse al mundo con su guitarra y su musica, demostrando que incluso en un edificio de hormigón bombardeado aún pueden crecer algunas flores.
Utilizando esas armonias como un manifiesto de su lucha contra el mundo, uno constata lo importante que es la musica, el cine, la literatura, la pintura, la cultura en general para resistir a los embistes de la vida. Me reafirmo tal vez en la creencia de que son los freaks desheredados los que heredaran la tierra.
Otro gran caso de pasion en estado puro es la del director Quentin Tarantino. Un chico de clase obrera y criado en un barrio de Tennessee, donde confluian muchas culturas. Su madre soltera y consumiendo toneladas de cine y television, en una vida que contagiaría a Tarantino de esa pasión que con el tiempo convertiría en profesión.
Esa infancia hizo al chico asumir que su profesion se centraba en narrar historias e inventar personajes luchando contra el fracaso.
Trabajando en un videoclub e imaginando grandes historias y dialogos conocería al que seria el
Anthony Kiedis de Tarantino, Roger Avary. Su amistad no duraría tanto y romperian despues de la escritura de la extraordinaria Pulp Fiction. Lo sustituira por Robert Rodriguez, el rey del cine mas puramente independiente y puro ejemplo del" yo me lo guiso, yo me lo como". Enfrentándose a haters mal encarados, como Spike Lee, por el que le achacan un supuesto racismo que no existe. Mientras Tarantino se acerca a la cultura negra con respeto y admiracion, como en la fantastica Jackie Brown, Lee a pesar de no ser un mal director ,(Haz lo que debas, La ultima noche o Malcolm x, son un ejemplo de ello), siempre en sus historias trata la raza desde un aspecto puramente politico, muy Black Power. Lo hace en un tono demagógico, no admitiendo que los blancos sienten tal respeto y amor por esa cultura como él mismo siente. Nigger, a pesar de ser una palabra culturalmente ofensiva, es perfectamente legitima entre los negros. Surge por tanto la pregunta de por qué debería ser diferente para los blancos. La pasión por el cine no conoce razas ni culturas. Todo se mezcla, pero tambien es cierto que todo puede ser a la vez un arma para defender todo tipo de ideas y utilizarla para exponer cualquier vision del mundo.
Porque eso, lo mejor del cine de Tarantino es que refleja con total libertad e independencia sus amores. Los mezcla de manera tan majestuosa y eléctrica, cosas tan diferentes como las películas de kung fu de Bruce lee y Sonny Chiba o los spaguetti westerns de Sergio Leone o Sergio Corbucci, pasando por la nouvelle vague de Godard y Truffaut. Una auténtica batidora cinematografica y cultural que emulsiona haciendo que lo ames o lo odies con una pasión salvaje. No hay lugar para la indiferencia porque, al igual que pasa con los Red Hot Chili Peppers, su musica es una batidora de referencias que van desde el rhytm and blues, pasando por el rock clasico, el jazz, del soul al punk.... Una batidora de referencias y pasiones al igual que pasa con Tarantino, siendo sus potentes scores una de las grandes bazas de sus peliculas. Para ser justos, si tenemos que hablar de fusion musical hay que mentar a Frank Zappa y sus Mothers of Invention..... pero ese ya es otra historia.
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